Es el fundador de Rootstock, uno de los ecosistemas descentralizados más conocidos a nivel internacional, que se apoya en la tecnología Bitcoin. Road Show entrevistó a este argentino reconocido en el mundo por su aporte a las finanzas descentralizadas, en el marco del primer evento en el que participaron las empresas que participan en el ecosistema. Por Pablo Wende
Diego Gutiérrez Zaldívar es posiblemente el primer argentino que logró visibilidad internacional por su aporte al mundo de las “finanzas descentralizadas”. Fue conferencista en el foro de Davos y en casi cualquier evento internacional en el que se exploran las posibilidades de las criptomonedas, los contratos inteligentes y todo lo relacionado con nuevas tecnologías aplicadas al mundo financiero, a través de su compañía insignia IOVLabs.
Road Show realizó una entrevista exclusiva en el marco del primer “Rootstock Summit”, que se realizó en el Palacio Sans Souci en Buenos Aires. En este encuentro participaron cerca de veinte compañías que utilizan la plataforma para brindar finanzas descentralizadas. En la previa, Gutiérrez Zaldívar reconoció que en 2019 decidió frenar su expansión internacional porque “necesitaba mejorar la organización y empecé un trabajo de profesionalización del management, un proceso que se completó este año”
-¿En qué consiste este evento de relanzamiento?
-Este evento es histórico en lo que es el ecosistema de Rootstock. Somos una plataforma de contratos inteligentes de bitcoin. Hasta ahora el ecosistema Rootstock siempre se reunía dentro de otras conferencias del mundo crypo-blockchain como Consensus, que es la que se hacía históricamente en Nueva York o Labitconf, que siempre se fue haciendo en diferentes lugares en Latinoamérica. En este caso, se trata de un encuentro 100% dentro el ecosistema Rootstock. Al mismo tiempo, es el año en el cual Rootstock pasó de ser la marca histórica. Pasó a ser una marca co-creada por nuestra comunidad. Hoy la marca le pertenece a todos los que están construyendo soluciones “defi” o de otro tipo sobre la plataforma.
-Es una interesante experimento de marketing al mismo tiempo…
–La agencia de branding que hizo el proceso lo sufrió un poco porque ellos por lo general están acostumbrados a tener un solo interlocutor y de golpe tenían como interlocutores a 20 emprendedores que están construyendo soluciones dentro del ecosistema.
-¿Cuándo nace Rootstock?
-La idea de Rootstock nació en 2015 pero nuestra organización IOVlabs que se llamaba RSK nació en 2016. Ahí empezamos a año en que hicimos la ALFA, la primera versión interna. En 2017 hicimos la red de pruebas, principalmente gestionada por nosotros. En 2018 se lanzó la primera red pública: precisamente fue el 3 de enero de 2018, en el día del cumpleaños del Bitcoin.
-Con el paso de los años se fue imponiendo como contrato inteligente o como blockchain para contratos inteligentes la red de Ethereum. Ustedes habían elegido Bitcoin y eso lo sostuviste en el tiempo. ¿Por qué?
-Es interesante porque, en realidad, Rootstock es la fusión de los dos mundos. No es Bitcoin o Ethereum. Cada vez que alguien quiere usar la red paga con Bitcoin, porque es la moneda nativa del ecosistema. Es muy interesante que quienes aseguran la red Rootstock son los propios mineros de Bitcoin. Hoy Rootstock es una de las redes más seguras del planeta. Sin embargo, a nivel funcional, de programación nos manejamos con Ethereum, porque tiene todas las funcionalidades que precisamos.
–¿Toman lo mejor de ambos “mundos”?
-Exactamente. Bictoin como reserva de valor mundial es la base para construir el sistema económico que queremos construir a nivel mundial pero también vimos que Ethereum había hecho un excelente trabajo construyendo una comunidad de desarrolladores, brindando las herramientas para generar estas aplicaciones descentralizadas. Entonces dijimos: sumemos lo mejor de ambos mundos.
-¿Para un novato, qué es Rootstock?
-Es difícil explicarlo a un novato, porque es difícil que la gente utilice directamente nuestra plataforma. Lo que hace Rootstock es crear una suerte de “cloud”, es decir un entorno donde los emprendedores pueden crear sus soluciones de finanzas descentralizadas o diferentes sistemas de transacción. La gente termina usando las soluciones que los emprendedores crean sobre Rootstock. Si quisiera sintetizarlo, diría que Rootstock es el puente entre Bitcoin y los contratos inteligentes.
-¿Todas estas compañías que acompañan o que se montan sobre el protocolo de Rootstock, qué tipo de empresas son?
-Entre otras tenemos a Carnaval, que es un marketplace de arte digital, vende arte utilizando NFT’s. Carnaval hizo el primer drop (así le dicen a los lanzamientos de NFT’s) de Bitcoin. O sea, tiene un valor histórico, porque no está asociado a una obra física.
LatamXO ofrece una marca blanca de soluciones de billeteras para diferentes verticales para el deporte. Crea su billetera a un club de fútbol y a otro de hockey y desde allí puede generar toda relación con los fans donde pueden capturar momentos de un partido y venderlos dentro de la comunidad.
Defiant es una billetera cripto no custodial. Qué quiere decir esto? Te da todos los servicios para acceder, comprar, vender cripto, tomar un préstamo o todo lo que se llama protocolos descentralizados. Te permite todo eso sin que la empresa tenga custodia de tus activos. Siempre es el usuario quien los controla. Tropykus brinda préstamos con activos digitales como colaterales.
-¿Cuál es el horizonte para Rootstock?
-Va a sonar medio ambicioso, ¿por qué nosotros comenzamos Rootstock y colaboramos en la construcción de este ecosistema? Es porque queremos generar un sistema financiero sobre estos nuevos rieles tecnológicos que le pueda dar servicio a 1.000 millones de personas que hoy están fuera del sistema tradicional.
El tema es que cuando uno logra eso estás haciendo un sistema financiero que es tan eficiente y tan fácil de usar que puede usar cualquier persona en el planeta. Como estamos llevando al límite de la condiciones donde la gente no tiene recursos grandes sumas por un mantenimiento de cuenta o por una transacción de alguna manera estamos creando un sistema que es muy útil para cualquier persona.
-Detrás de todo esto hay una tecnología disruptiva, pero tiene que ser muy fácil para el público que lo utiliza
-Lo que están haciendo todos estos emprendimientos es traducir esta complejidad que tiene esta nueva tecnología. La complejidad tecnológica está en todas la innovaciones, lo vimos en la telefonía. Es complejo hacer voice sobre IP, pero es lo que finalmente ofrece Skype o cualquiera de las compañías que hoy te permite hablar gratis desde cualquier lugar del mundo. Eso parecía algo imposible hasta hace pocos años. Hay protocolos y una infraestructura muy compleja, pero nosotros marcamos un número, ponemos un alias y alguien atiende desde el otro lado. Eso es lo que viene para los próximos dos o tres años, es decir empaquetar toda esta estructura y toda esta tecnología para que pueda tener ese mismo nivel de experiencia de usuario que hoy da una fintech o un banco. Esa es un poco la etapa en la que está entrando el ecosistema.
-Con la caída de un gran Exchange como FTX volvieron las dudas sobre el futuro del Bitcoin y de todo lo que hay alrededor del mundo cripto. ¿Cuál es tu visión?
-Hace 10 años que estoy en Bitcoin, es decir cuando yo empecé el Bitcoin valía 10 dólares. De todos modos, cuando dicen que hay una bajada del 25% en mi caso es una subida del 100.000%. Quiero decir que estas fluctuaciones son parte de los ciclos. Ya he vivido cinco ciclos de alzas y caídas. Lo que falló una vez más son los intermediarios. El problema de las cripto es como que es un entorno no regulado, hay muchos intermediarios que abusan del sistema pero la tecnología subyacente y la propuesta de valor subyacente sigue estando intacta. Por eso, más que el precio siempre miro la opción, miro cómo la tecnología crece y cómo va resolviendo los desafíos de escalabilidad que hay, los desafíos que hay de interoperabilidad entre las diferentes redes, los desafíos de experiencia del usuario y todo eso sigue creciendo. Lo único que importa es seguir construyendo y darle utilidad a la gente porque al final toda esta discusión del precio es irrelevante si no le podemos dar soluciones a la gente para mejorarle la vida.
-¿El sistema cripto precisa en general más regulación?
–En realidad, si nos ponemos a pensar esa regulación ya existe. no se trata de crear nueva regulación sino educar a los que hacen el enforcement de la regulación para explicarles quiénes son los que actúan como intermediarios. Estén manejando la moneda del país, vacas o Bitcoins tienen que cumplir las mismas reglas porque el problema es la intermediación. Si miramos los protocolos de finanzas descentralizadas, no fallaron en esta crisis. Los que fallaron fueron los intermediarios que empaquetaban esas soluciones y se las llevaban al usuario.
-También pasa en el sistema financiero que está súper regulado.
-Lo que pasa con la innovación es que a veces se pierde la perspectiva y se cree porque hay un nuevo activo subyacente o una nueva infraestructura de operación eso cambia la naturaleza de las cosas. Pero la naturaleza del ser humano sigue siendo la misma: mientras haya intermediación y alguien que acumule poder de terceros porque siempre es poder delegado, tiene que haber la misma transparencia y existir ciertos controles. Con estas tecnologías, lo que estamos haciendo es remover la necesidad de intermediarios en muchas de esas funciones del sistema financiero tradicional, pero no todas. Entre los bancos están los que van a ver una oportunidad y se van a transformar y lo que no supieron ver el cambio, la pelearon pero no tendrán lugar.
¿Por qué te elegiste el buzo de Superman para esta jornada tan particular?
-(Se ríe) Me lo regaló una ex novia. Superman, es un extraterrestre con superpoderes pero juega a ser un ser humano normal. Creo que de alguna manera, todo lo que estamos haciendo busca que cada persona pueda ser un superhéroe y empoderarse. Para eso le damos las herramientas para que la gente pueda desarrollar su potencial. Hay un guiño en eso.