Roberto Manguel, especialista en Transformación Digital de Negocios, escribe sobre la decisión del Central de autorizar a los bancos a utilizar los servicios de la Nube. De qué se trata y cuáles son los beneficios potenciales para la organización.
Tengo pendiente escribir una introducción para managers y empresarios sobre Blockchain y sus potenciales usos que van a cambiar el mundo, tanto o más que Internet. Al comenzar a pensar en el contenido, me di cuenta que hay una revolución previa que lamentablemente en muchísimas empresas todavía no está siendo del todo aprovechada. Se trata de la Nube (y estoy escribiendo esta nota en Noviembre de 2017!). Ahora que el BCRA, a través de su Comunicación “A” 6354 del 3/11/2017 comienza a regular la utilización de servicios en la Nube, me parece aún más propicio hacer esta introducción.
Seguramente a muchos lectores les resultará una obviedad. A ellos les pido disculpas y les aconsejo pasar esta nota por alto. Pero hay quienes aún no han tenido el tiempo o la posibilidad de investigar y aprovechar los enormes beneficios de La Nube para sus negocios.
El objetivo en esta nota es entonces hacer una intro simple y rápida a La Nube, sus potenciales beneficios y utilidad para los negocios.
¿Qué es la Nube?
Es un nombre genérico que le damos a todos aquellos servicios que nos permiten tener una infraestructura y sistemas de soporte al negocio “hosteada” en Internet. Es decir, fuera de nuestras instalaciones.
¿Qué beneficios tiene?
Los proveedores de servicios en la Nube basan sus negocios en las economías de escala que logran al comercializar sus servicios a miles de clientes. Por lo tanto, algunos de los beneficios que se desprenden son:
Precios muy bajos y bajos costos asociados:
En lugar de pagar costosas licencias de uso de software, pagamos habitualmente una cuota mensual muy baja. ¿Porqué? No tenemos que comprar ni administrar Hardware ni software: por lo tanto, necesitamos menos recursos humanos de tecnología, ni hardware (y sus sistemas operativos asociados) que administrar y actualizar periódicamente. Esto es una tremenda ventaja ya que nos libera recursos de IT para concentrarlos en tareas de auténtico valor para el negocio, además de la reducción de costos.
Infraestructura y calidad de servicios muy superior a la que disponemos in-house:
En la inmensa mayoría de los casos, podemos decir que nuestras empresas no cuentan ni contarán jamás con las infraestructuras físicas, mecanismos de seguridad y personal de administración tan capacitado y disponible para gestionar hardware, software, datos y conectividad como los que nos brindan los proveedores de soluciones en la Nube. Esto es así por la lógica de que las empresas proveedoras tienen por “core-business” la provisión y administración de servicios basados en tecnología, y lo hacen para miles de clientes, por lo que cuentan con mayores presupuestos dedicados precisamente al funcionamiento de sus funciones principales. Así como una fábrica tiene más presupuesto para su planta que para su departamento de sistemas (entre otros). La “fábrica” o actividad central de las empresas en la Nube, y que por lo tanto se lleva la mayor parte de su presupuesto, es la tecnología, su desarrollo y administración.
Facilidad de uso / Menor capacitación:
Los proveedores de soluciones Cloud tienen dos situaciones que los obligan a dar herramientas más fáciles de usar:
Son empresas digitales. En digital, la Customer Experience es TODO. El cliente puede cambiar de proveedor con un par de clicks, por lo que la CX es el área de competencia.
Al brindar servicios a miles de clientes, los proveedores necesitan reducir al máximo sus costos de atención a clientes. Cuando sus servicios son más simples, menos solicitudes de soporte reciben.
Flexibilidad para entrar y salir:
Como dije, los competidores están a un click de distancia. Para diferenciarse de las soluciones “on-premise”, es decir las instaladas en oficinas de la empresa, las soluciones cloud también dan la facilidad no sólo de empezar a usarlas fácilmente (la mayoría tienen un período de prueba gratuito), sino que no acostumbran tener contratos que obliguen al cliente por largos períodos.
El departamento de TI puede enfocarse en agragar más valor al negocio:
Si el departamento de sistemas abraza las soluciones cloud, va a liberar mucho de su tiempo y presupuesto, lo que le va a permitir concentrarse más en los aspectos funcionales, es decir, los que hacen que el negocio funcione mejor, con más eficiencia y productividad.
Autonomía interna a las áreas de negocio:
En ocasiones, tal vez transitoriamente, las áreas de negocio pueden necesitar soluciones puntuales para llevar adelante sus tareas. En caso que los departamentos de sistemas no tengan disponibilidad para atenderlas, muchas veces estas áreas cuentan con personas con los skills suficientes para buscar, evaluar y utilizar dichas soluciones en forma autónoma, sin molestar o depender del área de sistemas de la empresa.
Además de todo lo anterior, con la Nube, ahora disponemos de multitud de tipos de soluciones que antes, por su costo y dificultad de implementación y mantenimiento eran de acceso exclusivo, y ahora son simples de usar, y económicas de adquirir y administrar. Algunos ejemplos son: sistemas CRM, business intelligence, gestores de contenidos, plataformas de comunicaciones internas y productividad etc.
La pregunta del millón: ¿Es segura?
En los casos de las pequeñas y medianas empresas es donde encontramos (habitualmente) la mayor resistencia: el empresario suele tener la creencia de que sus datos están más seguros si los tiene físicamente más cerca, cuando la realidad es la inversa: cualquier persona que efectivamente quiera provocar un daño o robar información, no tiene más que tirar abajo una puerta y llevarse algún servidor o computador de la empresa. Para esas personas, los datacenters donde residen las soluciones en la Nube son infinitamente más seguros tanto física como electrónicamente.
Obviamente existen los hackers, pero para ellos no es tampoco fácil “robar” nuestra información online, por lo que eligen a los objetivos más tentadores para sus delitos.
La siguiente pregunta a responder es ¿para qué puedo usar La Nube?
Esta nota ya se hizo suficientemente larga, y la respuesta a la pregunta anterior lo es más aún, por lo que me reservo para responderla en una próxima nota.
Así que entonces, hasta pronto!