Hans Humes destacó la necesidad de “mostrar flexibilidad de un lado y de otro”, y resaltó que la propuesta de ministro de Economía, Martín Guzmán, se “ha movido muchísimo en los últimos meses”, por lo que “hemos llegado a un punto aceptable”.
El CEO de Greylock Capital, Hans Humes, integrante del comité de acreedores de la Argentina, sostuvo hoy que la oferta de reestructuración de deuda presentada por el Gobierno argentino “no es perfecta” aunque sí “suficientemente buena”, y consideró que los bonistas que hicieron el lunes último una contrapropuesta “piden demasiado”.
“Si estamos tratando de negociar tenemos que escoger lo que es importante de nuestro lado”, afirmó Humes en declaraciones formuladas esta mañana a Radio Continental desde Estados Unidos.
Evaluó luego que “pedir todo, los gastos de los asesores, los principios legales y un par de puntos más, no deja espacio para negociar lo importante”.
Humes destacó la necesidad de “mostrar flexibilidad de un lado y de otro”, y resaltó que la propuesta de ministro de Economía, Martín Guzmán, se “ha movido muchísimo en los últimos meses”, por lo que “hemos llegado a un punto aceptable”.
Agregó que “lo más importante es demostrar apoyo a lo que ofreció el Gobierno”, por lo que “trato de empujar a otros acreedores para que acepten”.
“Sabemos que, si el Gobierno argentino realmente hace una oferta racional, los fondos grandes no pueden quedar afuera”, razonó Humes.
Por eso, continuó, “es importante tratar de hacer lo posible para que cerremos este acuerdo en los próximos días”.
Sobre la reticencia demostrada por fondos como BlackRock, Humes juzgó que “tal vez es una cuestión de ego”.
El bonista explicó que “muchos fondos que no participaban en renegociaciones soberanas en el pasado han entrado en el proceso, pero demuestran una cierta falta de experiencia”.
“La experiencia de los abogados de los fondos viene de ambientes mucho más agresivos que los que tenemos en mercados emergentes y están mostrando una cierta agresividad, que desde mi punto de vista no tiene sentido”, aseveró.
Según Humes, “hay flexibilidad del lado argentino en asuntos legales de la transacción y otras cosas que deben ser importantes del lado de los acreedores”, aunque “todavía hay espacio para negociar algo”.
“Los acreedores deben reconocer, si estamos hablando del precio, del valor de la transacción, que la diferencia entre 53,5 y 56 (dólares de valor presente de los bonos) eso realmente no vale mucho”, opinó.
Para el titular de Greylock, “si la Argentina puede crecer y puede ir arreglando sus problemas, ese descuento puede ser menor y hay espacio para ganar más dinero”.
En este punto, agregó: “Lo más importante debe ser la estructura de la transacción y ciertos términos, como los gastos de los asesores en el proceso”.
“Tenemos que dar algo para recibir algo y espero que en los próximos días haya la posibilidad de llegar a una nueva conversación y llegar a un acuerdo: hay ciertas cosas que podemos negociar que no cuestan nada al pueblo argentino”, indicó.
Humes insistió en que “hay que demostrar flexibilidad en términos de precios para salir con una transacción que no cree precedentes negativos, porque desde mi punto de vista ahora es tiempo, la oferta del Gobierno es lo suficientemente buena”.
“Nadie gana si entramos en un período de hard default, negociar en contra de un país es casi imposible y cuesta muchísimo, y el daño económico para el país sería muy grave también”, advirtió por último.