El segundo semestre fue mucho más flojo por las restricciones a las importaciones, la sequía y la suba de tasas. Se espera que el 2023 la economía se mantenga estancada
La actividad económica cayó en diciembre, pero mostró una expansión en 2022 de 5,2%, según informó el INDEC. En términos desestacionalizados, la variación negativa fue de 1,2% interanual en el último mes del año y de 1% contra noviembre. Se trató del cuarto mes consecutivo de caída de actividad.
En el mes de análisis, nueve de los quince sectores que conforman el EMAE mostraron suban en términos interanuales. El que mayor variación mostró fue Pesca, con un incremento de 15,5% interanual.
Entre los aumentos más destacables, se observa que Explotación de minas y canteras y Hoteles y restaurantes registran una variación positiva de 10.8%.
La evolución del nivel de actividad muestra claramente que perdió fuerza luego del rebote post pandemia, que se extendió hasta el primer semestre de 2022. Sin embargo, a partir de allí la economía prácticamente se estancó, por diversas razones: la incertidumbre generada por la volatilidad cambiaria, las dificultades para acceder a divisas para la producción y la suba de tasas, entre otros motivos.
Los pronósticos para 2023 son coincidentes en que la economía difícilmente repunte, por lo que el escenario más probable es el de un virtual estancamiento a lo largo del año. La sequía, la consiguiente escasez de divisas y la incertidumbre propia de un año electoral son cargas pesadas para lo que viene en los próximos meses.