El precio rompió su máximo histórico que había alcanzado en 2017 y aceleró hasta los USD 26.000. Varias razones confluyen en esta espectacular tendencia.
Por Juan José Mendez, Chief Brand Officer de Ripio
Este año fue un período de consolidación en el cual se comenzó a sentir la llegada definitiva de Bitcoin al mainstream, es decir, al público general. Los eventos programados (como la reducción de la oferta) e inesperados (como el COVID-19) que marcaron este año tan particular se vieron reflejados directamente en el precio del activo digital más codiciado, que en diciembre rompió su máximo histórico de 2017, superando la barrera de los 20.000 USD la unidad.
¿Por qué subió tanto el precio de Bitcoin? Lo que diferenció esencialmente este fenomenal alza de su cotización de la experiencia anterior fue la inversión millonaria de firmas institucionales en Bitcoin, sumado al contexto de pandemia como catalizador de adopción de todas las plataformas digitales junto a la inminente crisis económica global.
Este año, la legitimidad llegó de las empresas que públicamente se pronunciaron a favor de Bitcoin, invirtiendo incluso parte de su capital en el futuro de este activo. Por citar algunos, Jack Dorsey, el CEO de la red social Twitter y la firma de pagos Square, invirtió 50 millones de dólares en Bitcoin. La firma de software estadounidense MicroStrategy invirtió en la compra de 40 mil bitcoins y esta semana anunciaron que planean subir ese monto.
Por su lado, el gigante de pagos PayPal (históricamente en la vereda de enfrente del mundo cripto) anunció que va a ofrecer la opción de compra, venta y custodia de bitcoins en su plataforma.
Estos hitos constituyen un respaldo institucional estructural y una legitimidad que refuerza y consolida la posición de los criptoactivos como una de las principales y más prácticas herramientas de inversión y reserva de valor, accesible como nunca antes a cualquier segmento de la población.
En este sentido, repasamos 5 eventos clave que definieron el mercado cripto este año y exponen por qué debemos prepararnos para nuevos récords en 2021:
- Halving: reducción de la oferta programada
Este año se produjo el tercer halving de Bitcoin en toda su historia. Este evento, programado en el software de Bitcoin desde su origen (recordemos que es un activo 100% digital), genera que que la frecuencia de emisión de nuevas unidades se desacelere y la red empiece a generar la mitad de bitcoins que antes. Bitcoin está pensando como un sistema anti-inflacionario.
Por un principio de escasez, al haber menor cantidad de bitcoins (BTC) entrando en circulación, se suele estimar que este haga subir el precio del bitcoin. En mayo de este año, cuando ocurrió el halving, una unidad de Bitcoin costaba 8.700 dólares; 100 días después llegó a 12.000 dólares. Hacia fines de noviembre llegó a los 19.800 dólares y en diciembre superó los 20.000, rompiendo su máximo histórico de fines de 2017.
- Ethereum: la puerta a las finanzas del futuro
Ethereum es la tecnología cripto de mayor crecimiento junto a Bitcoin, de hecho es considerada una tecnología de mayor escalabilidad y con mayores casos de uso para el futuro de las finanzas digitales. Su moneda, Ether (ETH) ha tenido un desempeño excepcional este año con un rendimiento anual superior al 300%.
Ethereum acaba de actualizar su software y pretende abandonar el modelo de emisión por minado o “prueba de trabajo”, sistema que heredó de Bitcoin, y reemplazarlo eventualmente por un modelo de “prueba de participación”, que eliminaría la necesidad de hardware y enorme gasto computacional y energético para generar nuevas criptomonedas. Esta implementación pondría la balanza a favor de Ethereum, alimentando el “Boca-River” del mundo cripto.
- Stablecoins: el boom de los “criptodólares”
Este año las stablecoins -activos digitales que mantienen su paridad uno a uno con el precio de mercado del dólar- han experimentado una demanda sin precedentes en el mercado local, en gran parte gracias a las múltiples ventajas que presentan frente a las restricciones cambiarias en Argentina.
La demanda por USDC -la stablecoin respaldada por las prestigiosas empresas Coinbase y Circle- y DAI -el activo 100% respaldado por la empresa MakerDAO- creció por sobre el 800% en la plataforma Ripio, comparando el segundo trimestre del año frente al primero.
- Criptomonedas y Estados: la convergencia que se viene
El creciente reconocimiento de los criptoactivos de parte de los sectores tradicionales, además, estuvo marcada en este año por el renovado interés de jugadores estatales y privados. Por citar algunos ejemplos, China ya empezó a distribuir 1,5 millones de cripto-Yuanes a modo prueba entre algunos de sus ciudadanos. Por su parte, Christine Lagarde, la actual presidenta del Banco Central Europeo anticipó que para 2025 es muy probable que exista un Euro Digital.
En Estados Unidos, a la histórica emisión de 3 billones de dólares de deuda de la administración Trump y la consecuente pérdida de confianza en dólar como reserva de valor del sistema financiero global, se suma la inminente salida del proyecto de la stablecoin de la empresa Facebook. El proyecto “Diem” -anteriormente llamado “Libra”- avanza junto con la posibilidad de establecer nuevas regulaciones para este tipo de activos.
- Finanzas descentralizadas
El llamado “yield farming” es actualmente el mayor impulsor de crecimiento del ecosistema de finanzas descentralizadas (más conocidas como DeFi) que funcionan principalmente sobre la red Ethereum. El contexto de 2020 ayudó a crecer la capitalización de mercado total del ecosistema de 500 millones a 10.000 millones. El “yield farming” es una práctica que consiste en prestar o apostar criptoactivos en plataformas que funcionan sobre contratos inteligentes y aplicar diferentes estrategias para generar altos rendimientos, acompañados por supuesto de altos niveles de riesgo. Para los expertos y usuarios avanzados, este año fue la vedette del mundo cripto.
Aunque es difícil predecir cuánto y cómo avanzará el mundo cripto en 2021, la realidad es que todo indica un panorama de desarrollo inaudito en casi todos los sectores, y eso es algo que -ya sea como inversores expertos o tecnófilos curiosos- no deberíamos ignorar.
