El nuevo presidente demócrata firmará los decretos casi inmediatamente después de jurar su cargo en el Capitolio, dejando rápidamente atrás su abreviada ceremonia de asunción para pasar comenzar a implementar su agenda política.
En sus primeras horas como presidente de Estados Unidos, Joe Biden apuntará al corazón del legado político de Donald Trump, con la firma de varios decretos para revertir los de su antecesor en materia de inmigración, clima y gestión del coronavirus.
Biden pondrá fin a la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México y a la veda de arribos desde países de mayoría musulmana, reincorporará a su país al Acuerdo de París sobre clima y a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El nuevo presidente demócrata firmará los decretos casi inmediatamente después de jurar su cargo en el Capitolio, dejando rápidamente atrás su abreviada ceremonia de asunción para pasar comenzar a implementar su agenda política.
Los 15 decretos que según su equipo de transición serán firmados por Biden buscan dar un giro de 180 grados de inusitada velocidad en las políticas federales adoptadas por Trump en su polémico mandato de cuatro años.
Solo dos mandatarios recientes firmaron decretos el mismo día que asumieron, y cada uno de ellos firmó uno solo.
Pero Biden, enfrentado a la formidable crisis del coronavirus, busca mostrar su determinación y competencia para empezar a resolver de manera urgente cuestiones que, según afirma, fueron mal manejadas por su predecesor republicano.
Un hito en esta vuelta de página es que el inmunólogo Anthony Fauci va a intervenir en nombre de Estados Unidos en una reunión del Consejo Ejecutivo de la OMS el jueves, dijo hoy Jeff Zients, encargado de la respuesta a la pandemia del nuevo Gobierno.
Para limitar la propagación de un virus que ya dejó más de 400.000 muertos en el país más afectado por la pandemia, Biden firmará un decreto para que sea obligatorio el uso de mascarillas en los edificios federales y para los empleados del gobierno central.
Para paliar los efectos de la crisis inducida por la pandemia, Biden prevé una moratoria contra los desalojos y un congelamiento de los préstamos estudiantiles federales, agregó Zients en declaraciones a periodistas, informó la agencia de noticias AFP.
Para el demócrata, la lucha contra el calentamiento climático es otra prioridad de su mandato.
Recién llegado a su despacho, va a enviar un correo a la ONU para que Estados Unidos pueda volver en un mes al Acuerdo de París contra el calentamiento global, dijo, por su parte, Gina McCarthy, responsable de este asunto en el nuevo gabinete.
Biden también quiere revertir una serie de medidas de desregulación ambiental tomadas por el gobierno republicano. Entre ellas va a revocar la autorización para el controvertido oleoducto de Keystone XL, que une Estados Unidos y Canadá.
En materia de política migratoria, el demócrata busca nadar en contra de la ola de decretos que conformaron la doctrina de Trump, que buscó que la lucha contra la inmigración irregular fuera un sello de su gobierno.
Biden anunció que va a anular un decreto migratorio muy controvertido que prohíbe la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de países mayoritariamente musulmanes.
Además va a suspender los trabajos de construcción del muro antiinmigrantes en la frontera con México, financiado con presupuesto del Pentágono, lo que generó agrias pugnas que agitaron la presidencia de Trump.
En el ámbito legislativo, Biden planea presentar un proyecto al Congreso.
Uno de los principales puntos es que va a dar a cerca de 700.000 jóvenes llegados como indocumentados en la infancia acompañando a sus padres, el colectivo conocido como los “soñadores”, una vía para su naturalización.
Los migrantes beneficiados por el Estatuto de Protección Temporal (TPS) -una protección que Trump intentó derribar, al igual que la que beneficiaba a los “soñadores”- también están incluidos en un plan de varias etapas que puede culminar con su nacionalización.
El proyecto también incluye fondos adicionales para aumentar la vigilancia y los controles fronterizos y un plan de asistencia para El Salvador, Guatemala y Honduras, el país de origen de la mayoría de esos migrantes.
Esa iniciativa irá a debate en un Congreso que estará dominado por los demócratas en ambas Cámaras.