Según estimó la Bolsa de Cereales, llegaría a 48 millones. Esperan mayores precipitaciones para el primer trimestre del 2023. Se trata de un dato clave para el Gobierno, ya que el ingreso de divisas arranca en abril, meses previos a las elecciones presidenciales
A pesar de la ausencia de lluvias, las proyecciones para la próxima campaña de soja luce favorable. De acuerdo al relevamiento efectuado por la Bolsa de Cereales, la superficie sembrada llegar a 16,7 millones de toneladas para el período 2022/2023. Representa un incremento de 2,5% respecto al año anterior y la primera expansión de área desde la campaña 2015/2016.
Los motivos detrás de esta tendencia al alza para la cosecha gruesa están relacionados con la caída destinada a otros cultivos que compiten por la misma superficie (como maíz y sorgo granífero), disponibilidad de semilla, menores aumentos en los costos de producción y menor inversión por hectárea en relación con el resto de los cultivos.
A pesar de un clima más seco como consecuencia de los efectos residuales de los ciclos de “La Niña”, la proyección de producción para la próxima cosecha asciende 48 millones de toneladas, un incremento de casi 11%, equivalente a 4,7 millones de toneladas.
La estimación de “precampaña” de la Bolsa de Cereales no deja de ser un alivio para el Gobierno, que precisa como nunca las liquidaciones de soja para el ingreso de dólares a partir de abril del año próximo, justo en pleno periodo prelectoral.
Luego habrá que seguir de cerca hasta qué punto los productores están dispuestos a vender si no tienen un incentivo por el lado cambiario, como sucedió solo el mes pasado con la implementación del “dólar soja”. El escenario más probable es que los productores esperen lo máximo posible para vender a la espera de una mejora del tipo de cambio parecida a la que obtuvieron el mes pasado. Además, saben que juegan con la urgencia electoral y la necesidad de una mejora de la actividad que tiene el oficialismo para llegar mejor parado a las elecciones.
Las perspectivas climáticas prevén lluvias durante el mes de octubre, lo que permitiría iniciar las labores de implantación sobre el centro del área agrícola. Sin embargo, advierten desde la Bolsa de Cereales, algunos sectores sobre el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y el margen oeste del área agrícola podrían continuar registrando lluvias por debajo de los promedios.
“Finalmente, durante el primer trimestre del 2023 el sistema evolucionaría lentamente hacia condiciones de año neutro, con precipitaciones cercanas a la media, cubriendo los requerimientos del cultivo sobre el centro y favoreciendo el avance de las sembradoras sobre el norte del área agrícola”, concluye el informe de la Bolsa de Cereales.
