El Presidente abrió las sesiones ordinarias en el Congreso, junto a Cristina Kirchner. Se mostró a favor del equilibrio fiscal y anunció que el gasoducto Néstor Kirchner será inaugurado a mediados de año
Con un tono pausado, críticas a los medios y a la Justicia, el Presidente Alberto Fernández abrió las sesiones ordinarias con una mirada positiva a su gestión. Enumeró la recuperación de la industria y la mejora de empleo en el sector, también habló de las perspectivas en materia energética y adelantó que el gasoducto Néstor Kirchner “estará operativo” a mediados de año, lo cual reducirá sustancialmente la importación de gas este año.
El Presidente señaló que no era su intención “negar los problemas que enfrentamos”, aunque al mismo tiempo criticó duramente a medios opositores por generar “desánimo y malestar”.
La única autocrítica llegó al momento de hablar de inflación, aunque no se terminó de hacer cargo: “Se trata de un problema estructural de la Argentina, que lleva décadas”. En ese sentido, se limitó a describir la inflación como “un factor central de desorganización”.
“Queremos reducir la inflación, pero sin generar más pobreza ni afectar el crecimiento”, aseguró el Presidente sin mayores detalles.
Tras agradecer a Sergio Massa por haberse hecho cargo del ministerio de Economía, Alberto Fernández enumeró sobre todo los logros en materia industrial: “Muestra un crecimiento de 12% respecto a 2019 y el empleo en el sector alcanza el mayor nivel desde junio de 2018”.
El Presidente también habló del manejo de las cuentas públicas: “No precisamos del FMI para saber que precisamos ir al equilibrio fiscal”
Y no podía faltar el palo a la oposición: Los que auguran devaluaciones bruscas o bombas que van a explotar, son los mismos que manejaron mal la economía hace tres años”.
