Un informe de la agencia proyectó además que la inflación será de 22% a fines de 2019. Las consecuencias de la devaluación y de las altas tasas de interés.
Un informe de Moody’s advirtió que por la devaluación, la deuda soberana subirá a más de 70 por ciento del PBI en 2019, desde el 50% de 2017.
Y agregó que si la inflación aumenta más rápido que los salarios, a las personas les resultará más difícil realizar pagos de préstamos.
En un nuevo informe, Moody’s Investors Service abordó las consecuencias crediticias de varios temas que afectan a la Argentina (B2 estable), mientras el país intenta resolver el rápido aumento de las tasas de interés y lucha al borde de una recesión.
“La reciente volatilidad incluye la depreciación de la moneda, el aumento de la inflación y una medida agresiva por parte del Banco Central de Argentina de incrementar las tasas de interés al 45%, el nivel más alto desde 2016, cuando la tasa de referencia a 7 días se introdujo por primera vez como tasa de política monetaria”, afirma Gersan Zurita, Senior Vice President de Moody’s. “Si bien el incremento de las tasas ayudará a contener la devaluación del peso, se debilitará aún más la economía, que se aproxima a una recesión que podría extenderse al próximo año”, completó.
Moody’s prevé que el resultado de la crisis monetaria presentará desafíos políticos para el gobierno y afectará significativamente los principales indicadores crediticios soberanos.
Como resultado, la agencia de calificación espera que el PBI se contraiga 1% este año en términos reales, lo que representa una fuerte disminución con respecto a su pronóstico de crecimiento anterior del 3%.
Actualmente, se prevé que la inflación alcanzará 32% hacia fines de 2018 y que luego se producirá una desaceleración a 22% a fines de 2019.
Las consecuencias crediticias del rápido aumento de las tasas de interés se manifestará en el endurecimiento de las condiciones de financiamiento para personas y empresas. Por lo tanto, el record máximo de la tasa de referencia seguirá perjudicando a la economía, que comenzó a contraerse en mayo después de que una fuerte devaluación y el aumento de la tasa de interés redujeron las inversiones y el gasto de consumo, socavando las perspectivas de negocio de los bancos y otras empresas.
“La alta tasa de inflación y la devaluación del peso sostenidas siguen afectando negativamente a las empresas de seguros generales, específicamente a aquellas con negocios de cola larga, porque incrementan los costos y gastos de los siniestros”, sostiene Zurita. “Esto obliga a las empresas a depender más de los ingresos de inversiones de baja calidad para compensar la disminución de los resultados técnicos. La elevada inflación también limita el crecimiento de los seguros de vida y rentas vitalicias de largo plazo porque provocan un deterioro del valor real de los ahorros de los asegurados, reduciendo el atractivo de estos seguros”, agregó.
Además, el informe se centra en cómo los casos de corrupción recientemente informados afectarán a los emisores calificados. Se espera que se descubran más casos de corrupción que involucren finalmente a ejecutivos y políticos más allá de las empresas de ingeniería y construcción implicadas hasta ahora.
Las inversiones nacionales y extranjeras en el sector de la construcción probablemente se verán perjudicadas mientras dure la investigación, ya que la incertidumbre legal y el riesgo de reputación ahuyentan a inversores de participar más ampliamente en operaciones comerciales con el sector.
La disminución de las inversiones y la producción en el sector de la construcción de Argentina, que se espera que sea del 5% del PBI de 2017, probablemente se vea reflejada en la economía en general, disminuyendo las perspectivas de crecimiento ya debilitadas para este año y el próximo.