por Marcelo González, CEO y cofundador de Veritran
En los últimos 4 años, el ecosistema de pagos ha tenido un crecimiento exponencial en el país y sólo algunos bancos lograron transformarse para estar a la altura de las circunstancias. Los pagos con tarjetas (débito y crédito) que representaban el 85% del total de los pagos en 2019, hoy tan sólo representan el 36%, y su participación continúa decreciendo. Como contrapartida, los pagos realizados con transferencias crecieron su participación del 9% al 59 % impulsados por las billeteras digitales.
Los pasos que se han dado contribuyeron enormemente en volver más inclusivo el ecosistema financiero, así como también en mejorar las experiencias de las personas, por lo que hoy la Argentina es uno de los líderes en Latinoamérica en lo que respecta al uso de billeteras digitales.
Sin embargo, sabemos que la innovación tiene que ser constante y siempre debemos estar pensando en el futuro, no solo en lo ya logrado, sino en lo que aún nos queda por lograr. Con un ecosistema de pagos consolidado por el lado de los usuarios, el paso natural debe ser el de mejorar las soluciones del lado de los comercios, para ampliar capilaridad y consolidar el ecosistema.
La adquirencia, es decir, la aceptación de todos los medios de pago por parte de los comercios, aún es un pendiente en la mayoría de los comercios del país, sobre todo en los pequeños emprendimientos y/o negocios de cercanía. El costo de logística y la tecnología tradicional (los POS) han sido históricamente un impedimento para cubrir el 100% de los comercios.
Hoy la innovación tecnología nos ofrece un escenario diferente. El ecosistema de pagos se expande de forma acelerada e irrumpen nuevas soluciones que dan respuesta a las necesidades de los comerciantes, a un costo razonable, incluyéndolos financieramente.
Las entidades bancarias están en condiciones inmejorables para librar esta batalla, porque ofreciendo beneficios para los comercios (bajas comisiones y retiro inmediato de los fondos) y para los usuarios (descuentos en negocios por el uso de la aplicación), tanto la billetera para individuos como la solución para el comercio se diferenciarán del resto de la oferta que existe en el mercado.
Al mismo tiempo, debido a la trazabilidad que tiene el manejo del dinero electrónico, los pequeños comercios que no están bancarizados comienzan a tener un historial financiero, que a futuro podría derivar en el acceso al crédito por parte de la entidad bancaria.
Una solución que fue pionera en el nuevo contexto fue Cuenta DNI Comercios, la aplicación de cobro digital del Banco Provincia. Actualmente esta propuesta tiene 80 mil comercios activos y permite a los pequeños y medianos negocios aceptar pagos de cualquier billetera, tal como estipula la iniciativa de Transferencias 3.0 que impulsó el BCRA. El gran valor agregado de esta solución es que su comisión es gratuita para el comerciante durante los tres primeros meses y luego se mantiene en el 0,6% final, siendo la más baja del mercado. Además, permite que el vendedor disponga de los fondos de manera inmediata, ya que los mismos se acreditan directamente en su caja de ahorro.
En paralelo, la iniciativa del Banco Provincia sumó un programa de descuentos sumamente atractivo para los individuos que utilizan la billetera digital. Así es como con esta solución miles de familias incrementaron su capacidad de ahorro y de consumo, orientando sus compras hacia los comercios de barrio.
Hoy, como siempre, el desafío está en seguir innovando y construyendo un futuro más inclusivo para todas las partes del ecosistema. El panorama de los pagos digitales se ve prometedor y, aunque aún hay retos a superar en el país, el tren ya se puso en movimiento y quienes no se suban podrían perder una gran oportunidad. El destino del viaje es la inclusión financiera; la adquirencia, la última frontera.