Los inversores recibieron con euforia el resultado. También ayudó un buen arranque del tercer trimestre en Wall Street y la suba del crudo, que apuntaló a compañías claves como Petrobras
En un arranque eufórico de los mercados del cuarto trimestre, las estrellas fueron las acciones brasileñas. El resultado de las elecciones presidenciales, que arrojó la necesidad de un balotage entre Ignacio Lula Da Silva y Jair Bolsonaro fue bien recibido por los inversores. Por un lado porque no se dio el triunfo contundente que se pronosticaba para el líder del PT, que finalmente no alcanzó el 50%, y por otro lado porque la derecha se quedará con un fuerte control legislativo, lo que reducirá los márgenes de acción de un eventual gobierno de Lula.
El índice EWX, que agrupa a acciones brasileñas líderes, trepó 9,85% y finalizó en 32,55 puntos, regresando a niveles que no tocaba desde principios de junio pasado.
La “acción estrella” fue la de Petrobras, que terminó con una ganancia de 12,6%. La petrolera estatal cotizó al cierre a USD 13,90, aunque también la ayudó el impulso del petróleo, que ganó casi 5%. De hecho, YPF subió ayer casi 10% por el mismo motivo.
Otra de las variables clave que reflejó el optimismo de los inversores fue el derrumbe del dólar, que pasó de un cierre de 5,42 reales el viernes a 5,17 ayer, es decir una caída superior al 4,5%. De hecho, la moneda brasileña está entre las pocas en el mundo que no se derrumbó este 2022 como sucedió por ejemplo con el euro o con la libra.
Ambos candidatos volverán a enfrentarse en segunda vuelta el 30 de octubre, es decir en tres semanas. Lula sacó 48,3% de los votos, con un triunfo contundente sobre todo en el norte del país, mientras que el actual presidente brasileño obtuvo el 43,2%.