El planteo es lógico: con la inflación reprimida que hay, el dólar va a tener que subir porque, si no, se vuelve a atrasar. El análisis.
“A estos precios, el dólar es muy barato”, mencionó hoy el analista financiero Salvador Di Stéfano, en el portal Agroeducación.com.
Di Stéfano analizó:
-Las reservas del BCRA son muy bajas, y si bien hay margen para intervenir vendiendo dólares en el mercado, no tiene sentido rifar reservas ante la escasez existente.
-El balance del BCRA muestra un patrimonio neto negativo, que no ayuda a que los inversores internacionales se sientan con ganas a invertir en el país. Para invertir querrán ver un balance positivo y eso se logra con más reservas, menos leliq, o un tipo de cambio más alto que el actual.
-El sistema financiero esta con alta dosis de capital, tiene buena liquidez y los depósitos del sistema no corren riesgo alguno. No hay salida de depósitos en $, ya que presumimos que una alta dosis de los mismos es dinero transaccional y no especulativo. En el caso de los depósitos en dólares, notamos que es dinero destinado al ahorro, y ante los temores sobre la evolución macro y los recuerdos del año 2001, muchos inversores procedieron a retirar los depósitos, el BCRA entendió que había que ponerse firme, y está abasteciendo a los bancos con todos los dólares físicos que sean necesarios para que los inversores recuperen la calma, y hay margen para seguir devolviendo hasta un 42,5% de los depósitos totales sin tener que recurrir a cancelaciones abruptas de créditos otorgados. Hasta que la corrida no se detenga no habría nuevos créditos en dólares. Esto habla de un sistema financiero muy sólido.
-En este escenario los bancos no tienen margen para grandes utilidades, y se viene un gran debate sobre el sistema financiero futuro, en donde no descartamos una nueva ola de fusiones, ya que el negocio se hace más pequeño, se buscará más escala y alta tecnología.
-El gobierno nacional cree que, congelando tarifas públicas, reprimiendo el precio del dólar vía una alta tasa de interés, y secando la plaza de pesos podrá sortear los problemas económicos. Para nosotros estas políticas traen como consecuencia el efecto resorte, se comprimen los precios relativos de los insumos básicos de la economía (tarifas y dólar), y tarde o temprano todo vuelve a un escenario normal, por ende, en algún momento del año 2019 o 2020, veremos precios mucho más elevados de las tarifas públicas y el tipo de cambio.