Las compañías están habilitadas a acceder al mercado de cambios para comprar dólares para cancelar deudas, pero tienen dificultades para girar los fondos a tenedores del exterior.
Las restricciones de cambios que aplicó el Banco Central crearon incertidumbre entre las empresas argentinas que emitieron Obligaciones Negociables (ON) en dólares y necesitan girar los pagos a tenedores del extranjero.
La falta de definiciones por parte de la autoridad monetaria puso a estas compañías contra la espada y la pared, ya que la redacción de la norma emitida por la entidad encabezada por Guido Sandleris no permite el pago a personas jurídicas en el exterior.
De no poder completar el pago de sus deudas, estas compañías podrían sufrir un recorte de nota por parte de las agencias de calificación de crédito.
Entre estas empresas se encuentra Irsa, la compañía presidida por Eduardo Elsztain que afrontó ayer un vencimiento de 130 millones de dólares pero que no pudo girar el tramo que corresponde a los tenedores del exterior. Sólo depositó 35 millones a los acreedores locales, mientras que el resto no llegó a los acreedores extranjeros.
A diferencia del cepo que rigió entre 2011 y 2015, cuando las compañías no tenían dificultades para honrar pagos al exterior, en esta ocasión la norma no lo habilita. Se espera una corrección por parte del Banco Central en los próximos días.
La dificultad que perjudica a los tenedores extranjeros de Irsa podría extenderse a otras compañías que también colocaron deuda en moneda internacional, como YPF, Pampa Energía, Cresud, Telecom, entre otras.