Manuel Mauer, co-fundador de la compañía, explicó cuál es el plan de expansión de la compañía, donde ya invirtieron fondos de “venture capital” como Kaszek. Un esquema ya conocido en países desarrollados que recién llega a la Argentina.
“Es triste escuchar la frase hecha que dice que en la Argentina las zapatillas se compran en cuotas y las casas se compran al contado, pero es cierta. La falta de crédito de calidad se da en todos los segmentos, desde las pymes que necesitan para capital de trabajo hasta aquellos que quieren comprarse una casa o refinanciar sus deudas”, señaló Manuel Mauer, CEO y uno de los fundadores de Agilis, una compañía de reciente creación que otorga préstamos con garantía sobre un inmueble o un automóvil del cliente.
“El mercado inmobiliario argentino está muy desapalancado. Lo mismo ocurre con el parque automotor”, explicó Mauer en el cierre de Nuevo Dinero 2019. Ejemplificó que en nuestro país el stock de créditos hipotecarios representa apenas algo más del 1% del PBI. En Brasil ese indicador llega al 9%; en Chile, supera el 21%.
En este contexto, Agilis permite “monetizar los activos y financiarse mucho más barato. Entregamos préstamos en los que se pagan $3.300 de cuota cada $100.000 prestados, un costo que puede llegar a ser 10 o 15 veces más bajo que otras opciones del mercado”.
Los créditos de Agilis se otorgan únicamente en UVAs, con garantía prendaria, para montos entre $30.000 y $500.000, o hipotecaria, desde $250.000 hasta $5 millones. Son de libre destino, tanto para individuos como para personas jurídicas.
Mauer explicó que un 60% de lo otorgado hasta el momento fue utilizado para la refinanciación de otras deudas, como por ejemplo las surgidas de la tarjeta de crédito. El uso constante del “pago mínimo” deriva a veces en que el usuario deba afrontar pagos que se llevan gran parte de su ingreso mensual. Un préstamo de estas características puede aliviar el costo financiero, que en Agilis estiman hasta 4 veces menor que el que cobran las tarjetas.
Si bien la tramitación del préstamo es completamente digital, hay algunas partes del proceso que son offline. Al existir un inmueble como garantía, no es posible prescindir de determinadas formalidades, como la intervención de un escribano. Este proceso puede consumir hasta 45 días desde la solicitud del préstamo hasta su efectivo otorgamiento, aunque con costos mucho menores que las alternativas de trámite más veloz.
Este desafío operativo y tecnológico no es menor pero no es el más complejo para Agilis, según aseguró Mauer: “Nuestro principal desafío es cultural, es evangelizar y derribar algunos mitos. En otros países es muy común conseguir financiamiento en base al apalancamiento sobre los bienes que uno ya tiene. Aquí tenemos que hacer educación financiera”.
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