¿Por dónde empiezo la transformación digital?

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Muchísimo se habla hoy en día sobre Transformación Digital. No existe una definición clara de la misma y cada quien utiliza el término para lo que más le sirve en cada momento. Por Roberto Manguel, Especialista en Transformación Digital de Negocios

En mi opinión, hacer la transformación digital es encarar la siguiente etapa de evolución natural de nuestra empresa. Esto es necesario porque día a día estamos siendo desafiados por la demanda del público por nuevas experiencias digitales y por las ventajas que pueden estar logrando nuestros competidores sobre nosotros al incorporar nuevas tecnologías en sus negocios.

Tampoco existe una receta o mapa universal sobre cómo hacerla. En esta nota quiero compartirles un modelo de trabajo genérico para encarar la transformación digital.

“A medida que pasa el tiempo nuestra base de clientes es naturalmente cada vez más digital, lo que empuja cambios en nosotros, nuestros productos y servicios, y en los de nuestra competencia.”
En la actualidad, el modo de trabajo habitual en las empresas es el siguiente:

• Se detectan potenciales mejoras basadas en tecnología.

• Se analiza el ROI interno de cada posible mejora. Si es interesante, se lleva adelante.
En este modo de trabajo no existe un planeamiento global de iniciativas para darles un orden y un marco estratégico que apunte a lograr una sinergia de las mismas.

A diferencia, el modelo de trabajo que presento para llevar una transformación digital ordenada y más efectiva, es el siguiente:

1) Tener claros los objetivos y estrategia del negocio
Necesitamos comenzar con un fin en mente: ¿apuntamos a aumentar nuestro market-share? ¿necesitamos agregar nuevas líneas de productos? ¿queremos ingresar en nuevos mercados?,¿vamos hacia una integración vertical? ¿queremos ser reconocidos por la calidad de nuestro producto o por nuestra calidad de atención?. Estas son solo algunas de las preguntas que están en la mente de los directivos de toda empresa y tienen que ser respondidas para dar un sentido de dirección y un orden al trabajo diario de la organización, y no sólo en el marco de la transformación digital.

2) Entender muy bien para qué sirve la transformación digital
Muy probablemente nos estamos encontrando con un nuevo tipo de cliente: el cliente digital. A medida que pasa el tiempo nuestra base de clientes es naturalmente cada vez más digital, lo que empuja cambios en nosotros, nuestros productos y servicios, y en los de nuestra competencia. La etapa actual de la transformación digital por lo tanto consiste en satisfacer de la mejor manera la demanda de este cliente. Para ésto no alcanca con llevar adelante las iniciativas independientes del modo actual de trabajo: necesitamos re-configurar nuestra empresa para ser ágil, innovadora, y absolutamente centrada en el cliente (es decir, en su experiencia con nosotros).

3) Supervivencia
Ante esta presión hacia el cambio, sólo tenemos una opción: adaptarnos. Por éso es que el objetivo inicial de la transformación digital es asegurar la supervivencia del negocio. Esto se logra con un trabajo de benchmarking: ver qué está haciendo nuestra competencia y cómo reacciona el público. Luego, ROBAR (que no es lo mismo que copiar. Robar es tomar ideas, combinarlas y procesarlas para adaptar y mejorar).

4) Crecimiento y Diferenciación
Para evolucionar más allá que la mera supervivencia, tenemos que encontrar nuevas formas de satisfacer a nuestro público mejorando productos, servicios y procesos, que brinden la mejor experiencia de cliente (Customer Experience / CX). Es vital reducir los enorme incertidumbre de esta instancia de la manera más controlada y eficiente posible, utilizando un método para reducir el riesgo.

5) Mantener la Ventaja Competitiva
Una vez que logramos construir elementos que nos diferencian y nos dan una ventaja sobre la competencia, necesitamos trabajar para mantener esa ventaja. Parafraseando a Stephen Covey, necesitamos “afilar la sierra” permanentemente. Esto se logra incorporando know-how, herramientas y procesos digitales “ágiles” para mantenernos por delante de la competencia y muy cerca de las necesidades de nuestros clientes.

6) Repetir!
El público, la competencia y las posibilidades seguirán cambiando SIEMPRE. Por éso, la transformación digital no es un proceso lineal ni un destino en sí mismo. Es un camino y una forma de trabajo que a mi entender estamos obligados a encarar con profundidad. La buena noticia es que con este trabajo tenemos todo para crecer y progresar si lo hacemos a conciencia y metódicamente.

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