Lo informó el Indec. La caída interanual ascendió a 6,8%. El campo tracciona, pero no es suficiente.
La actividad económica se contrajo 1,3% en marzo, en comparación con el mes previo, mientras en la comparación interanual cedió 6,8%.
El EMAE de marzo confirmó el fin de los brotes verdes frente a la inestabilidad financiera (suba de riesgo país, tipo de cambio real y tasa de interés) y la aceleración inflacionaria: -1,3% m/m y -5,7% i.a. acumulado en el primer trim.
En abril comienza a impactar la cosecha. pic.twitter.com/CVdqjW7upQ— Martín Vauthier (@martinvauthier) May 22, 2019
Los datos de noviembre, enero y febrero habían entusiasmado al Gobierno con que la ecomía había empezado a recuperarse, pero el Estimador Mensual de la Economía (EMAE) en marzo informado por el Indec cortó con esa tendencia.
La dinámica de marzo resultó muy distinta a la del primer bimestre (0,3% m/d promedio). La inestabilidad cambiaria volvió a afectar a la actividad y posiblemente arrastre secuelas en abril, mencionó la consultora LCG.
La volatilidad del tipo de cambio, las altas tasas de interés, y una inflación persistente en un escalón por encima del esperado que no permite que se recompongan salarios e ingresos de jubilaciones y asignaciones que se rigen por la ley de movilidad son todos factores que reducen las posibilidades de crecimiento. A esto se agrega un escenario político todavía abierto, con propuestas económicas muy distintas, que pospone cualquier decisión de inversión, agregó.
Si se recupera la estabilidad cambiaria podría aún haber espacio para pensar en una tracción del sector transable (exportadores y sectores que sustituyan importaciones). Para ello es clave la situación del resto del mundo que hasta el momento no parece dar buenas noticias, al menos para Brasil, nuestro principal socio comercial. De hecho, el indicador mensual del PBI brasilero registra tres meses consecutivo de caídas mensuales desestacionalizadas (-0,7% acumulado en el 1T-19). En la comparación anual apenas creció 0,2% ia. En este contexto las proyecciones de crecimiento para 2019 siguen ajustándose a la baja y lo ubican en 1,5% (contra 2,5% a principios de año).
Con el arrastre negativo de 2,4% que dejó el 2018 y una actividad que no termina de tocar piso, seguimos ajustando a la baja nuestra proyección de actividad para este año: esperamos una caída no menor al 2% ia, finalizó.
