Se multiplicó por cinco el límite para cursar las transacciones de clientes en caja. El arancel es mucho más bajo que en el caso de tarjetas de débito y la acreditación de los fondos es inmediata.
Una importante modificación se puso en marcha para el ecosistema de pagos argentino. Desde el 2 de mayo entró en vigencia el nuevo límite para cursar operaciones a través del sistema de Pago Electrónico Inmediato. Ese monto pasó de un salario mínimo a cinco salarios mínimos, por lo que a partir de ahora se podrá cursar a través de esta modalidad hasta $ 62.500 por operación.
La modificación resulta clave en particular para supermercados, ya que a partir de ahora cuando cobren con tarjeta de débito cualquier transacción podrán cursarla a través de PEI en vez de usar el posnet. Esta opción tiene dos ventajas: el costo es sustancialmente menor que canalizar la operación por el sistema tradicional y la acreditación de los fondos es inmediata.
Hasta ahora, sólo se podía canalizar con PEI sólo montos de hasta $ 12.500 por lo que cualquier compra por encima de ese monto debía realizarse obligatoriamente a través del posnet, con el correspondiente arancel que hoy llega al 1%. En cambio, con PEI el costo general tiene un tope de 0,6%, pero para grandes superficies es mucho más bajo.
Esta modalidad también beneficia a las empresas de cobranza extrabancaria, como Pago Fácil, Rapipago o Cobro Express. En estos locales también se reciben pagos de facturas con tarjeta de débito pero que tienen la opción de ser canalizadas bajo el sistema PEI.