El Indec publicó hoy informes de Construcción e Industria que señalarían un cambio de tendencia en ambas actividades.
La actividad económica podría estar “pegando la vuelta”, según se desprende de dos datos que podrían indicar un cambio de tendencia en la actividad: el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) acusó una suba de 4,4% m/m (-15,7% ia), mientras que el Indicador de Producción Industrial (IPI) marcó una suba de 4,6% m/m (-10,8%).
Esta es la primera vez desde agosto de 2018 en que ambos índices crecen en comparación mes a mes desestacionalizado. El Gobierno cree que la actividad habría encontrado un piso en noviembre de 2018.
“La actividad podría haber rebotado en enero, dada la incidencia en el EMAE (aprox. 22%) de estos indicadores podrían adelantar que el dato de enero es alentador. Por supuesto que parte de un nivel muy bajo, pero podría empezar a mostrar que la actividad ‘pega la vuelta'”, mencionó un informe de la consultora LCG.
El informe destacó:
-La construcción aceleró 4,4% m/m, una suba pronunciada luego de 4 meses de caída. Sin embargo, a pesar de que el indicador comenzó a avanzar, en agosto también había mostrado un rebote, por lo que creemos prudente esperar a otro dato positivo para que afirmar que este sector tocó piso y empezó a crecer.
-Incluso con este aumento, la construcción se encuentra 9.8 p.p. debajo del promedio del 2018. El retroceso de la actividad pega de lleno en el mercado de trabajo. Con datos a diciembre, la Construcción acumula una pérdida de 12,9 mil puestos. De todas formas, el empleo en la construcción viene soportando relativamente mejor el parate de la actividad en relación con lo que ocurrió en 2016. Podría responder a que una expectativa de una reversión más rápida del ciclo para evitar los costos de despido y recontratación.
-La industria mostró una mejora de 4,6% m/m, que revierte la contracción de diciembre (-2,6% m/m). Con estos resultados la industria se mantiene en un nivel similar al de septiembre del año pasado, 5,4 p.p. por debajo del promedio del 2018.
-Los datos a nivel sectorial dan cuenta de que el mal momento es generalizado para todo el entramado industrial. En enero todos los sectores retrocedieron en la comparación interanual a excepción de la industria del tabaco. De los 17 grandes sectores relevados, 9 de ellos con bajas de doble dígito interanual, entre ellos varios que dependen exclusivamente del mercado interno. Los dos con “mejor” desempeño fueron Tabaco (5,1%) y Alimentos (-2,2% ia), ya sin el impacto negativo de la sequía.
LCG completó que para las dos actividades siguen siendo muy negativas.
-En el caso de la construcción, un 40% de las empresas que realizan obra privada esperan que las bajas continúen en los próximos meses (50% el mes pasado) y las razones principales son el retroceso de la actividad, la inestabilidad de los precios, los atrasos en la cadena de pago y el alto costo de los créditos.
-Las expectativas de las empresas industriales tampoco son positivas, respecto a la evolución del mercado interno: el 55% espera caída de la demanda los próximos meses (60% en diciembre). Se mantiene el dato respecto a la expectativa respecto de la demanda externa, 27% de las empresas esperan una mejora.
-Claro está que, al tratarse de ramas muy heterogéneas, las expectativas para 2019 son muy distintas dependiendo de cual se trate. La industria alimenticia, muy golpeada en 2018 por la sequía, podrá obtener los mejores resultados. También el resto de las ramas dependientes de la demanda externa podrán sacar provecho de la mejora de la competitividad cambiaria y de la recuperación de Brasil. El resto de los sectores estará condicionado a la evolución de los ingresos reales que solamente podrán recuperar parte de la pérdida de 2018.