La entidad decidió no dejar margen para dudas entre los inversores. Llegó a pagar niveles superiores a 50% en la licitación de Leliq. Artillería pesada para calmar los ánimos.
Guido Sandleris parece haber aprendido la lección del año pasado. En vez de implementar dosis homeopáticas optó por aumentar en forma sustancial la tasa de interés en la licitación de Leliq, que pasó del 46% a 49%. De esta forma, los rendimientos subieron más de 5 puntos en lo que va de la semana pero consiguió el objetivo: domar al dólar.
La cotización de la divisa mostró volatilidad durante la jornada. El mayorista empezó cotizando para abajo, pero a los pocos minutos empezó a mostrarse picante, acercándose nuevamente a los $ 40. El minorista no llegó a cruzar los $ 41, que era lo que se quería evitar desde un primer momento.
En la licitación de Leliq el BCRA demostró que no está dispuesto a observar pasivamente movimientos bruscos del tipo de cambio. Ese es el objetivo primordial de Sandleris. No tanto evitar que el dólar suba, pero sí evitar grandes oscilaciones que desaten histerias en el mercado.
Además, la tasa máxima adjudicada fue de 50,5%, con lo que quedaron pocas dudas respecto a la intención del BCRA.
El tipo de cambio mayorista terminó al cierre casi 20 centavos abajo del anterior y en los mínimos del día, a $ 39,53, mientras que el minorista finalizó a $ 40,40 en Banco Nación.
Este aumento de la tasa que forzó el BCRA a través de la licitación de Leliq impactará en los próximos días en un repunte de los rendimientos a plazo fijo por parte de los bancos. El objetivo es que los rendimientos vuelvan desde la zona del 35% al 40% anual en pesos, lo que se ubicaría claramente por encima de la inflación esperada para el 2019.
Con tasas más altas, se busca incentivar a los ahorristas a quedarse en pesos en vez de pasarse al dólar como se había notado en los últimos días.
