CAECEIS, la cámara que agrupa a compañías de cobranza extrabancaria, advirtieron en un comunicado que las entidades financieras generaron “un nuevo negocio” al cobrar por el depósito de efectivo. El costo se traslada a los clientes de las empresas de servicios. A continuación, el comunicado de la entidad:
Con uno de los índices más bajos de bancarización en la región, el 52% de los argentinos sigue utilizando el efectivo para manejarse en su economía diaria, según una encuestade la Universidad de Palermo (UP) y la consultora Voices. Del reporte se desprende que nuestro país está muy relegado frente a otros de la región como Chile (26% no bancarizado), Brasil (30%) y Uruguay (36%) y Bolivia (49%). El promedio en América Latina y el Caribe bajó al 47%.
Es también significativo el porcentaje de personas que –aun teniendo cuenta bancaria- retira todo el dinero una vez al mes y administra sus micro finanzas. Según los registros, los billetes y monedas que circulan en la Argentina suman el equivalente a 700 dólares por habitante aproximadamente.
Desde la asunción del actual Gobierno el Banco Central promovió la política de aumentar la utilización de medios electrónico para reducir –hasta querer eliminar- el efectivo. Desde hace un tiempo –y con la salida de la intermediación del dinero en efectivo por parte del Banco Central- los bancos se vieron obligados a administrar excedentes de billetes que impactó en la logística del dinero a nivel nacional. Al principio las entidades bancarias intentaron reorganizarse, luego tomaron medidas para desincentivar la recepción de efectivo cobrando una pequeña tasa y –finalmente- algunos creyeron encontrar en esto una nueva oportunidad de negocio.
Las empresas que se ven obligadas a gestionar grandes volúmenes de efectivo son aquellas que brindan servicio a personas que no están bancarizadas mayoritariamente, no solo aquellos de la economía informal, si no muchos a que poseen cuentas bancarias y por cuestiones de hábito retiran por cajero automático y se manejan con efectivo. No
solo se beneficia a los sectores más necesitados de la población sino que también alcanza a la clase media y alta.
“El perjuicio que trae aparejado el costo para depositar efectivo es que finalmente se convierte en un costo para toda la población, porque tanto los supermercados como las empresas de servicios públicos y todas aquellas que reciben efectivo de sus clientes tarde o temprano se lo trasladan al precio de sus productos o servicios”, aseguró
Ignacio Piccatto, Gerente de Operaciones de Cobro Express. “Si el costo de efectivo sigue creciendo se transforma en un impuesto encubierto”, enfatizó.
En este sentido, la Cámara Argentina de Empresas de Cobranza Extrabancaria de Impuestos y Servicios (CAECEIS) considera que no se puede eliminar por decreto un hábito tan arraigado en la población como el uso del efectivo: “Las empresas no pueden dejar de trasladarlo a sus clientes si los bancos lo siguen cobrando y ellos no podrían
volver al tiempo en que no cobraban el costo de efectivo si no pueden resolver sus costo operativo. Es tiempo de que el Gobierno tome nota y formule una solución estructural en conjunto con las entidades financieras para volver a foja cero. El costo de efectivo es una distorsión argentina y debe dejar de existir”, subrayó Juan Boubee, Director de RIPSA Pagos.
La CAECEIS es una entidad sin fines de lucro que fue creada en octubre de 2008. La Cámara recauda en sus más de 15.000 puntos de atención a lo largo del país 960.000 millones de pesos anuales y atiende a unos 20 millones de clientes individuales al mes. La Cámara fomenta la unión de las empresas del sector, defiende sus intereses frente a
organismos públicos e internacionales y desarrolla actividades tendientes a lograr estos objetivos respetando los intereses particulares de los asociados quienes en forma conjunta emplean a más de 25.000 personas y atienden a 6000 empresas y organismos.