En los últimos años ha ganado popularidad en el mercado financiero este término para referirse a un grupo de compañías ─Facebook, Amazon, Netflix y Google─. Alto crecimiento y retornos espectaculares en la última década. ¿Siguen siendo oportunidad de compra? Por Andrés Cardenal
Estas compañías han atraído la atención de los medios de prensa y los analistas especializados, y muchas veces las opiniones al respecto son bastante disímiles. En general muchos observadores cuestionan las elevadas valuaciones a las que cotizan las compañías FANG, hablando incluso de burbujas de precios en algunos casos. Por otro lado, no puede desconocerse que se trata de negocios fuertemente innovadores, con vigorosas tasas de crecimiento y con atractivo potencial de expansión en el largo plazo.
Más allá de las consideraciones amplias en sentido general, a la hora de tomar decisiones de inversión conviene prestar atención a los detalles y analizar cada compañía en particular. A continuación, una mirada a las acciones de Amazon, Facebook, Netflix y Google desde una perspectiva de riesgos y potencial de retornos a mediano y largo plazo.
Facebook: transición y oportunidad
Es claramente la compañía líder en el mercado de redes sociales a escala mundial. Según datos del tercer trimestre de 2018, existen más de 2.600 millones de personas en todo el mundo que utilizan Facebook, Instagram, WhatsApp o Facebook Messenger al menos una vez por mes. En promedio, más de 2.000 millones de personas utilizan algunos de estos servicios al menos una vez al día.
La compañía está atravesando una fase de transición. Los problemas de seguridad de datos la han puesto en el ojo de la tormenta en los últimos meses, y la firma se vio obligada a invertir fuertemente en seguridad y privacidad. Adicionalmente, diferentes organismos regulatorios en todo el mundo están cuestionando la utilización que la empresa misma les da a los datos que generan los usuarios.
La plataforma principal ha perdido atractivo entre los consumidores más jóvenes, y el crecimiento en la base de usuarios se está desacelerando en los principales mercados desarrollados. Afortunadamente para los inversionistas, tanto Instagram como WhatsApp gozan de muy buena salud en ese sentido, y capturan buena parte del crecimiento perdido por Facebook.
Los hábitos de los consumidores en las redes sociales están cambiando. Muchos usuarios, especialmente los más jóvenes, prefieren interactuar mediante “stories”, ya que este formato de contenidos se borra rápidamente de los registros. Esto permite mayor espontaneidad y frescura en los contenidos en comparación con las publicaciones más permanentes.
Actualmente se comparten más de 1.000 millones de “historias” por día en las diferentes plataformas de Facebook. Sin embargo, la firma está en su etapa inicial en lo que respecta a estrategias de publicidad y resulta complejo saber qué clase de performance financiera puede generar en la medida en que la industria evoluciona hacia los nuevos formatos de contenidos.
Otro motor interesante de crecimiento para la compañía durante los próximos años es el de mensajes. Actualmente se envían más de 100.000 millones de mensajes de texto diarios en las distintas plataformas, lo cual no incluye fotos, videos y links. La compañía está lanzando servicios pagos para que las empresas puedan enviar mensajes a sus clientes, lo cual puede ser una alternativa inteligente para monetizar este negocio sin afectar negativamente la experiencia del usuario con demasiada publicidad.
Facebook está intentando modificar la dinámica de uso en su plataforma. El management de la firma explicó en la última conferencia de prensa que está buscando que los usuarios tengan una mayor cantidad de interacciones sociales valiosas en lugar de pasar demasiado tiempo consumiendo noticias o videos virales en el feed de noticias. Según el propio Zuckerberg, esto impactará negativamente sobre sus ventas y ganancias aunque a largo plazo va a generar mayor valor para los usuarios.
Teniendo en cuenta los fuertes cuestionamientos desde múltiples ángulos, algunos analistas consideran que este tipo de declaraciones y anuncios por parte de Zuckerberg tienen como objetivo principal mejorar la imagen pública de la compañía y aliviar los cuestionamientos. En ese caso, el efecto de las nuevas políticas sobre los números de Facebook debería ser bastante modesto.
Esta etapa de cambios por la que está atravesando la principal red social del planeta implica una fuente de incertidumbre para los accionistas en términos de su performance financiera en el futuro. Sin embargo, los datos actuales demuestran que el negocio goza de muy buena salud.
La facturación durante el tercer trimestre de 2018 ascendió a US$ 13.700 millones, una tasa de crecimiento de 33% frente al tercer trimestre de 2017. La publicidad en dispositivos móviles representó un 92% de los ingresos por publicidad de Facebook, en comparación con 88% de la publicidad proveniente de dispositivos móviles en el mismo trimestre del año anterior.
Los gastos de la compañía están creciendo rápidamente. Terminó el trimestre con más de 33.600 empleados, una tasa de aumento de 45% interanual. A pesar de esto, el negocio genera niveles de rentabilidad extraordinarios, y el margen operativo de ganancias ascendió a 42% sobre la facturación.
Luego de un año difícil en el mercado, las acciones están un 30% por debajo de sus máximos del último año, y la valuación parece bastante atractiva en relación con la calidad del negocio.
Según las estimaciones de ganancias para 2019, cotiza a un ratio precio ganancias de 17.7. En comparación, el promedio de las compañías en el índice S&P 500 cotiza a un ratio precio ganancias de 16.4 en función de las estimaciones de resultados para el año que viene.
Dado que supera ampliamente al promedio de mercado en base a sus tasas de crecimiento y sus niveles de rentabilidad, la valuación de las acciones es más que razonable, puede decirse que Facebook se encuentra subvaluada desde este punto de vista. En caso de que la performance financiera del negocio no decepcione, las acciones de Facebook podrían ofrecer un atractivo potencial de revalorización desde los niveles actuales de precios.
Amazon: disrupción y crecimiento
Es sin lugar a dudas una de las compañías más exitosas del mundo en los últimos años. En 1997 Amazon era una pequeña empresa de venta online de libros, con una facturación anual de menos de 148 millones de dólares. Luego de 21 años, los analistas esperan ventas por 232.500 millones de dólares en 2018, y se ha convertido en el líder indiscutido de mercado en diferentes categorías de productos.
La estrategia de negocios puede resumirse en una célebre frase del fundador y CEO de la compañía, Jeff Bezos: “Tu margen es mi oportunidad”. En esencia, Amazon se ha enfocado en ofrecer todo tipo de productos a precios agresivamente bajos, ganando participación de mercado frente a los “retailers” tradicionales en Estados Unidos.
Adicionalmente, la compañía ha invertido fuertemente en la construcción de una gigantesca red de logística y distribución de amplio alcance. Esto ha impactado considerablemente sobre los costos, pero al mismo tiempo ha generado una gran fuente de ventaja competitiva, ya que le brinda a la compañía la posibilidad de superar a la competencia en lo que respecta a los costos y tiempos de entrega de productos.
Amazon no solo ha consolidado su posición de mercado como retailer online, sino que además se ha expandido fuertemente en negocios como infraestructura de computación en la nube, contenidos digitales, hardware, plataformas comerciales para terceras partes y publicidad online, entre otros segmentos de negocios.
La gigantesca escala de negocios presenta ventajas determinantes en cuanto a competitividad de costos. Al contar con un volumen masivo de ventas, Amazon puede distribuir los costos fijos en una gran cantidad de ítems vendidos, lo cual reduce el costo fijo por unidad.
Además, la compañía ha incrementado considerablemente el porcentaje de sus ventas que proviene de terceras partes, actualmente cerca de un 45% de las ventas en la plataforma de Amazon provienen de estas terceras partes. En estas operaciones Amazon actúa como intermediario entre compradores y vendedores, por lo tanto no necesita afrontar los costos de mercadería vendida ni el riesgo de inventario, lo cual tiene efectos positivos sobre los márgenes de ganancias.
La compañía cuenta con cerca de 410 millones de usuarios en todo el mundo y más de 100 millones de usuarios registrados en su programa de membresía Amazon Prime. Según datos de un estudio de Pew Research, los clientes gastan cerca de 1.300 dólares al año en compras, más del doble que el gasto de los compradores que no pertenecen al programa.
La estrategia en este sentido es realmente brillante. Los clientes de Amazon Prime pagan 99 dólares al año por su membresía y a cambio obtienen beneficios como envíos gratis y acceso a videos online. Sin embargo, los beneficios para la empresa van mucho más allá de los ingresos por las membresías, ya que los clientes Amazon Prime suelen ser más activos en sus compras y más leales a la compañía.
Las ventas de Amazon ascendieron a 56.600 millones de dólares durante el trimestre terminado en septiembre de 2018. El dato representa una tasa de crecimiento de 29% interanual, lo cual es verdaderamente excepcional para un negocio de semejante tamaño.
Sin embargo, el monto de facturación estuvo por debajo de las estimaciones de Wall Street en US$ 540 millones. Además, el management de la compañía se mostró cauteloso en cuanto a las perspectivas para el cuarto trimestre de 2018, lo cual generó algo de incertidumbre en el mercado.
Por otro lado, los márgenes de rentabilidad estuvieron muy por encima de las expectativas, el margen operativo de ganancias ascendió a 6,6% de la facturación frente a un estimado promedio de 3,7% sobre ventas para el trimestre.
Debido a que Amazon reinvierte agresivamente en capitalizar sus oportunidades de crecimiento a largo plazo, los reportes financieros de la compañía suelen ser particularmente volátiles y difíciles de predecir. Esta incertidumbre hace de Amazon una acción considerablemente volátil a pesar del gran tamaño del negocio.
En un escenario de bajo apetito por el riesgo, las acciones de Amazon son particularmente vulnerables debido a la baja visibilidad de su performance financiera. Por otro lado, el potencial de crecimiento de la compañía y su capacidad innovadora la convierten en una alternativa excepcional para inversionistas en busca de negocios fuertes y de alto crecimiento.
Netflix: una película de suspenso
Dentro del grupo de acciones FANG, Netflix es probablemente la alternativa más explosiva en cuanto a su potencial de retornos, aunque también la compañía más volátil y riesgosa desde el punto de vista fundamental.
La compañía ha sido el pionero en el mercado de streaming online de videos, y las tasas de crecimiento de la compañía han sido verdaderamente extraordinarias en los últimos años. Por otro lado, si bien Netflix está mostrando algunas mejoras en términos de sus márgenes de ganancias a nivel contable, los flujos de caja del negocio siguen siendo negativos, lo cual representa un factor de incertidumbre importante para los inversionistas.
En 2011 Netflix era el principal jugador de Estados Unidos en el negocio de alquiler de DVDs por correo. Ese año, el CEO y fundador de la empresa, Reed Hastings, tomó la decisión de lanzarse con fuerza al negocio de streaming online. La movida implicó enormes riesgos, ya que cuestiones como la velocidad de conectividad y las licencias de contenidos representaban grandes desafíos técnicos para el modelo de negocios basado en streaming. Además, la audaz jugada de Hastings implicaba dale un golpe mortal al negocio tradicional de Netflix basado en alquileres de DVDs para aventurarse en un modelo de negocios que aún no había sido probado con éxito ni en lo operativo ni en lo comercial.
La reacción tanto de los clientes como de los inversores fue francamente negativa, y las acciones de Netflix llegaron a cotizar por debajo de los US$ 9 por unidad en noviembre de 2011. Actualmente, y luego de que Netflix se convirtiera en un negocio de éxito extraordinario, el papel cotiza por encima de la zona de US$ 300.
La estrategia de negocios de Netflix ha mutado con los años. El foco de la plataforma no está puesto actualmente en la adquisición de licencias por contenidos, sino en la generación de contenidos propios. Esto le permite contar con material exclusivo a costos relativamente más bajos. Además, tiene una gran ventaja en el área de contenidos gracias al enorme valor de sus bases de datos.
Netflix mide al detalle quién consume determinados contenidos, de qué formas y en qué plazos. Además, la compañía dispone de herramientas muy valiosas como las calificaciones de los usuarios y las interacciones en redes sociales sobre la base de los contenidos propios. Estas herramientas representan una guía en tiempo real para desarrollar los contenidos que puedan resultar más exitosos en determinados mercados.
La facturación en el tercer trimestre de 2018 estuvo apenas por debajo de los US$ 4.000 millones, una tasa de crecimiento de 34% frente al tercer trimestre de 2017. El margen operativo de rentabilidad fue de 12% sobre ventas, aunque la compañía generó un flujo de caja negativo por 859 millones de dólares en el período.
Cuenta con una base de 137 millones de usuarios en todo el mundo, ganando 6 millones de usuarios nuevos en el último trimestre. En Estados Unidos la compañía posee 58,5 millones de usuarios, y ganó un millón de nuevos usuarios durante el último trimestre. A escala internacional, la base de usuarios asciende a 78,6 millones, y la firma ganó 5,07 millones de nuevos usuarios en mercados internacionales durante el último trimestre. Analizando el tamaño del negocio y sus tasas de crecimiento en diferentes mercados, queda claro que la estrategia de expansión internacional ha resultado más que exitosa.
Por otro lado, deberá enfrentar un fuerte incremento de la presión competitiva en los próximos años. Muchas de las grandes compañías tecnológicas, así como también empresas de TV por cable tradicional que están siendo desplazadas por Netflix, están incrementando su presencia en el mercado de streaming online.
Al ser el jugador pionero en este mercado, Netflix cuenta con un amplio reconocimiento de marca y una biblioteca de contenidos atractiva, lo cual debería funcionar como herramienta competitiva frente a los embates de la competencia. No obstante, aún está por verse cómo se va a reacomodar la dinámica de fuerzas en el mercado de streaming a mediano y largo plazo.
El principal factor de preocupación para los inversionistas es que la compañía “quema” efectivo debido a sus enormes inversiones en contenido. El management estima un flujo de caja negativo de cerca de 3.000 millones de dólares en 2018, mientras que en 2019 la firma anticipa que los flujos de caja van a mantenerse en terreno negativo, aunque sin ofrecer demasiadas precisiones al respecto.
En octubre, la empresa anunció la emisión de nueva deuda por US$ 2.000 millones para financiar los desarrollos de contenidos y potenciales adquisiciones. La deuda de Netflix es considerada de grado especulativo por parte de la agencia calificadora Moody’s, dejando en claro que la estrategia de demandar permanente dinero fresco para financiar el crecimiento del negocio representa riesgos considerables.
Google: calidad e innovación
En el 2015 la compañía modificó su nombre y su estructura corporativa para reflejar mejor su modelo de negocios y su estrategia de crecimiento. Alphabet es el nuevo nombre de la firma, e incluye dos segmentos de negocios: Google y “otras apuestas”.
Google es el principal segmento por amplio margen, y genera la mayor parte de las ventas y ganancias de la compañía gracias a su posición de liderazgo en el mercado de publicidad online. Por otro lado, el segmento de “otras apuestas” es una ecléctica combinación de negocios con elevado potencial de innovación disruptiva.
La marca es tan poderosa que muchos consumidores la utilizan como verbo, utilizando la expresión “googlear” información. Asociar el nombre de la marca con el producto o servicio que ofrece la compañía es un privilegio reservado para unas pocas empresas en el mundo con un poder de marca verdaderamente excepcional.
Además, cuenta con siete plataformas diferentes con más de 1.000 millones de usuarios cada una en todo el mundo: Google Search, Android, Maps, Chrome, YouTube, Google Play y Gmail. La compañía se nutre de la información que generan estas plataformas para mejorar permanentemente la calidad de sus servicios; además, esto le permite incrementar la eficiencia y efectividad de la publicidad online ofreciendo anuncios más específicos y mejor direccionados.
La compañía está apostando con fuerza a la inteligencia artificial. El CEO de Google, Sundar Pichai, ha declarado que la inteligencia artificial podría ser incluso más importante para la humanidad que el fuego o la electricidad desde una perspectiva histórica. Basándose en esta estrategia, ha realizado cuantiosas adquisiciones de empresas pequeñas en el terreno de inteligencia artificial en los últimos años.
Actualmente la compañía utiliza aplicaciones de inteligencia artificial en áreas como Google Search, su asistente personal Google Assistant, reconocimiento de imágenes, productos de publicidad, e incluso en servicios relacionados con los calendarios y agendas de Google Calendar que le permiten a los usuarios utilizar su tiempo en forma más eficiente. Considerando el capital económico, humano, y estratégico, la compañía se encuentra bien posicionada para convertirse en uno de los principales beneficiarios de la revolución de la inteligencia artificial durante los próximos años e incluso décadas.
YouTube se ha convertido en un potente motor de crecimiento para Google. Actualmente la plataforma de videos online cuenta con más de 1.800 millones de usuarios mensuales, y en promedio los usuarios ven más de 1.000 millones de horas de video al día.
La escala de la plataforma es una ventaja determinante, ya que tanto los creadores como los consumidores de contenidos se atraen mutuamente a las plataformas con mayor tamaño y alcance. Gracias a esta dinámica, YouTube dispone de una biblioteca fenomenal de contenidos generados por los usuarios, y la compañía está monetizando este contenido mediante publicidad y servicios de suscripción en algunos países.
La división de “otras apuestas” incluye negocios en áreas de las más diversas, aunque siempre con elevado potencial de largo plazo. Entre otros, la compañía participa en el negocio de cuidados de la salud y extensión de la vida humana, conectividad del hogar, internet de alta velocidad y automóviles autónomos. A corto plazo estas aplicaciones no muestran una viabilidad económica clara, pero en un horizonte de largo plazo se trata de tecnologías con un gran potencial.
Lo cual es muy interesante, el todo es más valioso que la suma de las partes en el caso de Alphabet. Google genera grandes sumas de dinero que la compañía puede invertir en diferentes proyectos innovadores a largo plazo sin la necesidad de tener que preocuparse por el financiamiento de estos proyectos, ya los recursos financieros provienen del negocio principal de la empresa. Además, las diferentes áreas de negocios se benefician mutuamente de las tecnologías, la información y el acceso a los usuarios que ofrecen otros segmentos.
La facturación alcanzó los US$ 33.740 millones durante el tercer trimestre de 2018, un aumento de 22% en moneda constante. El segmento de Google produjo US$ 33.594 millones, mientras que “otras apuestas” generó ventas por US$ 146 millones en el período.
La ganancia operativa fue de 9.490 millones de dólares en el tercer trimestre de 2018, y el segmento de otras apuestas produjo una pérdida a nivel operativo de 727 millones de dólares. A nivel agregado, el margen de ganancia operativa para Alphabet está en la zona de 25% sobre la facturación.
Desde una mirada amplia, Alphabet es una alternativa interesante de inversión, ya que el segmento de Google genera solidez y calidad financiera, mientras que el segmento de otras apuestas implica una serie de proyectos con elevado potencial disruptivo.
- La imagen pública de la compañía se ha deteriorado considerablemente en los últimos meses, y el riesgo regulatorio se encuentra en aumento.
- Los usuarios más jóvenes están abandonando la principal plataforma de Facebook, y está por verse la capacidad de la compañía para generar niveles de rentabilidad similares en plataformas como Instagram y WhatsApp.
- La valuación actual de las acciones es muy atractiva en comparación con las tasas de crecimiento y los márgenes de rentabilidad que produce la compañía.
Amazon
- La capacidad de la compañía para innovar y expandirse exitosamente en nuevos mercados es extraordinaria, y el modelo de negocios presenta ventajas competitivas formidables.
- Dado que Amazon reinvierte agresivamente para financiar su crecimiento, la performance financiera del negocio es difícil de predecir y su valuación particularmente incierta.
- La empresa está permanentemente en la mira de los organismos reguladores debido a su posición dominante en comercio online y el daño que les ha causado a las empresas tradicionales de retail en diferentes segmentos.
Netflix
- La estrategia de expansión internacional está resultando exitosa, y las tasas de crecimiento de la compañía están superando las expectativas.
- Netflix está dejando de ser un distribuidor de contenidos para convertirse en un productor de estos contenidos, lo cual presenta ventajas estratégicas clave para la compañía.
- El negocio genera flujos de caja negativos, y no hay un horizonte claro para revertir esta tendencia. Esto implica riesgos considerables para los inversionistas desde el punto de vista financiero.
- El negocio de publicidad online genera una performance financiera sólida y buenos niveles de rentabilidad, y la compañía invierte además en una amplia gama de proyectos altamente innovadores y disruptivos.
- Se ha posicionado como un claro líder en tecnologías de inteligencia artificial.
- El riesgo regulatorio es elevado, ya que Google cuenta con una posición dominante en diferentes mercados y además tiene acceso a grandes cantidades de información sobre los usuarios en todo el mundo.