La agencia calificadora difundió un informe en el que destacó las “desafiantes” condiciones crediticias que enfrenta la región.
En 2019, las condiciones crediticias probablemente serán más desafiantes para los mercados emergentes conforme se desacelere el crecimiento global, continúe la volatilidad de los mercados financieros, aumenten las tasas de interés y el proteccionismo comercial, y se eleven las tensiones geopolíticas, señaló Moody’s Investors Service en un nuevo reporte.
Moody’s tiene una perspectiva ampliamente estable para los mercados emergentes, incluyendo América Latina.
“Con excepción de Argentina, el crecimiento en América Latina se está recuperando a partir de los bajos niveles de 2016-17, y aunque por debajo de las tendencias históricas, dará soporte para ver condiciones estables en la mayoría de los sectores”, apunta Atsi Sheth, una Managing Director de Moody’s.
“Además, habiendo concluido las elecciones en algunos de los países más importantes de Latinoamérica, la dirección política es un poco más clara y aligera la incertidumbre política que representó riesgos para estos países en 2018”, completó.
Aunque las tendencias específicas de cada país serán distintas, las condiciones crediticias para los emisores de América Latina en general, estarán determinadas por el desempeño del crecimiento económico y por la línea política que adopten las nuevas administraciones que entran en funciones en la región.
Aunque las cargas de deuda gubernamental han aumentado, se han visto mejoras en las estructuras de deuda, se han acumulado colchones financieros y han disminuido los desequilibrios externos después de la crisis de precios de commodities en 2014-16.
Sin embargo, de aumentar considerablemente la tensión comercial global, o de presentarse un endurecimiento financiero mayor al esperado, podrían surgir riesgos para algunos emisores. También continua presente el riesgo que el estrés en unos cuantos mercados emergentes pudiera interrumpir los flujos financieros internacionales para otros, como lo vimos en 2018.
En general, los emisores de países que enfrentan dificultades macroeconómicas o políticas internas, se encuentran más vulnerables a episodios de aversión de riesgo por parte de los inversionistas globales, mientras que aquellos países con grandes mercados locales en crecimiento y con múltiples herramientas dentro de sus políticas, serán más resistentes.