El Gobierno salió a defender la decisión de avanzar con la eliminación de barreras para productos importados

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El ministro Federico Sturzenegger explicó los alcances del Decreto 33/25, que frena los abusos con las normas antidumping, que impedían el acceso de bienes internacionales. “No son más que un lobby puro y duro”, explicó. A continuación, los argumentos que expuso el funcionario:

  • Te molesta tener que pagar una plancha o una bicicleta casi tres veces lo que cuesta en Brasil? ¿Una pava eléctrica o un ventilador el doble que en Chile? ¿Un lavavajilla cuatros veces lo que cuesta en Londres? ¿O el porcelanato un 50% más que en Uruguay? A nosotros y al presidente también.
  • Hoy, con el Decreto 33/25, comenzamos el proceso para desandar estos excesos. Argentina sabemos que es un país muy cerrado. El kirchnerismo llevó esto al paroxismo imponiéndole a las importaciones el impuesto país, un cargo doble por IVA y anticipo de ganancias, a los que sumó una batería de medidas para-arancelarias que encarecieron los productos locales y empobrecieron a los argentinos.
  • Una de estos instrumentos son las medidas antidumping: el pedido de una empresa de restringir la competencia de afuera imponiendo una barrera arancelaria extra. Son estas medidas las que producen las distorsiones.
  • La verdad es que la medida no es más que una manera de darle una pátina de legalidad a lo que no es más que lobby puro y duro, porque nos enseñaron en la facultad que el beneficio del comercio es justamente poder acceder a cosas más baratas. El argumento del dumping es: “me venden más barato, destruyen la industria local y luego me cobran lo que quieren”.
  • Pero este argumento es un sinsentido ya que solo podría ocurrir si el producto que me venden tuviera un único productor a nivel mundial. Pero hay miles de productores de bicicletas, planchas y ventiladores en el mundo. La realidad es justamente la contraria. Al imponer el antidumping quedamos presa de un monopolio local que nos cobra lo que quiere.
  • Es decir, que el dumping es un mecanismo para hacernos menos competitivos, que no genera beneficios futuros, y que le mete la mano en el bolsillo a todos los argentinos. Como muestra el grafico, Argentina, junto con Brasil, India y Turquía son los cuatro países que combinan mucho antidumping y muchas tarifas.
  • Ponemos un límite temporal a las medidas antidumping. A partir de ahora no podrán durar más de 5 años. Antes eran eternas: bicicletas, por ejemplo, tiene antidumping hace 30 años.
  • Segundo, porque cualquier medida de antidumping deberá contar con una validación de defensa de la competencia y de defensa del consumidor: no se pueden aceptar medidas antidumping si afecten la competencia local de manera sustancial o si afecten al consumidor de manera sustancial.
  • En particular se indica que las medidas antidumping deben tener como referencia los precios internacionales. Hoy se daba el absurdo que una empresa decía: “los chinos venden barato, pongamos un antidumping que me permita cobrar 3 veces el precio internacional”.
  • La norma también simplifica administrativamente unificándolo en un solo canal para permitir al importador defenderse mejor, tiene instrumentos para darle algo de razonabilidad a algo irrazonable y sobre todo para revisar los antidumpings existentes. Va a ser un camino largo, pero empezamos a transitar el camino de la libertad.
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