El nuevo bono al 2060, que en parte renegoció títulos en dólares que vencían en los próximos años, se colocó a una tasa de 5,3% anual. Hubo ofertas por U$S 4.000 millones, pero el Gobierno tomó menos de la mitad
El Gobierno uruguayo emitió un bono global denominado en dólares estadounidenses con vencimiento en el año 2060, que será amortizable en tres pagos anuales, en 2058, 2059 y 2060. Simultáneamente, la administración lanzó una oferta de recompra de tres series de bonos globales en la misma moneda, de menor plazo.
La emisión total alcanzó los U$S 1.298 millones de dólares, pero hubo demanda por más de USD 4.000 millones. La tasa se ubicó en 5,3% anual y la vida promedio de la referida operación, amortizable en tres pagos anuales, en 2058, 2059 y 2060, es de 35 años.
Además, fue lanzada una oferta de recompra de tres series de bonos globales en dólares, que vencen en 2025, 2027 y 2031. Esta propuesta le ofrecía al inversor la posibilidad de vender su bono a la República Oriental del Uruguay en efectivo, “ofertas no preferidas”, o de presentarlo como parte del pago del nuevo bono que se emitía, “ofertas preferidas”.
La emisión total alcanzó los 1.298 millones de dólares, de los que 1.250 millones fueron a cambio de efectivo.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas, la demanda de los inversores “superó ampliamente el monto ofrecido”. En este contexto, desde la institución, se indicó que dicha emisión reconfirmó la confianza de los inversores locales e internacionales en la “fortaleza macroeconómica” de Uruguay.
“Con la mencionada operación se buscó consolidar la política de prefinanciamiento del Gobierno central, fortalecer el actual nivel de liquidez a través de la obtención de fondos y extender la madurez promedio de la deuda, mediante la recompra de instrumentos con vencimiento en los próximos años, con la finalidad de disminuir el riesgo de refinanciamiento. Asimismo, se procuró generar un nuevo punto de referencia en el tramo largo de la curva de rendimiento de bonos en dólares y continuar diversificando la base inversora”, agregaron.
HSBC, Itaú BBA y Santander fueron colocadores conjuntos de la oferta, agregó la fuente. Pablo Goldberg, jefe de investigación de mercados emergentes y administrador de cartera de Blackrock, dijo que los IPT eran atractivos para Uruguay y reflejaban su prima de escasez. El nuevo bono extiende la curva de bonos soberanos por otros cinco años, dijo, añadiendo que los inversores colocaron hasta 4 mil millones de dólares en pedidos de los nuevos bonos. “Es probable que el largo plazo del bono impulse la demanda de los compradores a quienes les gusta poseer activos de larga duración a medida que se acerca el ciclo de recortes de la Reserva Federal”, dijo Goldberg.
Pese a las jornadas turbulentas en mercados internacionales, hubo varias emisiones latinoamericanas en las últimas horas. Además de la colocación de deuda uruguaya, otras tres corporaciones también salieron a buscar financiamiento fresco: la petrolera estatal brasileña Petrobras, el Banco de Crédito del Perú (BCP) y BBVA México también recaudaron fondos
Petrobras lideró la negociación con la venta de $1 mil millones en notas al 6% a 2034. Fijó el precio de los bonos en 98,128 para un rendimiento del 6,25% después de abrir el acuerdo más temprano ese mismo día en alrededor del 6,5%. La demanda de los inversores alcanzó un máximo de 3.100 millones de dólares antes de cerrar en 2.800 millones de dólares. Bank of America, Bradesco BBI, HSBC, JPMorgan Mizuho y Morgan Stanley fueron los colocadores conjuntos de la oferta. Al mismo tiempo, Petrobras dijo que ofrece recomprar seis series de bonos globales con vencimiento entre 2030 y 2051. La oferta vence el 9 de septiembre, dijo en un comunicado de prensa.
Los bancos latinoamericanos también estuvieron en el mercado: el BCP de Perú y la sucursal mexicana del BBVA de España recaudaron cada uno 600 millones de dólares.