Los fondos irán a una cuenta especial del restaurante o del hotel y será transferido automáticamente a los empleados. No habrá retenciones impositivas. Cuándo se pondrá en marcha
A través del decreto 731, el Gobierno implementó los cambios regulatorios necesarios para que las propinas puedan pagarse de manera electrónica. Se aplicará en p gastronomía, hoteles, expendedores de combustibles y actividades de reparto.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, explicó que “en la mayoría de los países del mundo, esta práctica es común. En Argentina, en los hechos, estaba vedada porque la ley de contrato de trabajo consideraba a la propina como una remuneración”
Por lo tanto, su pago electrónico elevaba los costos para el empleador. A eso se sumaba la carga de retenciones impositivas, que todavía existen en pagos electrónicos, y una ambigüedad sobre si la propina era ingreso gravado para los receptores.
“Todo ello -agregó el funcionario a través de redes sociales- conducía a que las partes involucradas no tuvieran el incentivo para que el cobro de propinas se hiciera de manera electrónica. La consecuencia fue tornándose más grave con el tiempo: ya no sólo se trata de un engorro para el consumidor, sino que además el uso cada vez más extendido del dinero electrónico ha afectado negativamente el monto pagado en propinas”
Dentro de 90 días como máximo, los restaurantes y demás servicios donde sea habitual recibir propinas ofrecerán al cliente la posibilidad de añadir al ticket de compra, libremente, un monto o porcentaje de propina, sea en pagos con tarjeta o mediante el celular.
El dinero de la propina podrá ir directamente a una cuenta del trabajador involucrado o podrá acreditarse en una cuenta recaudadora del comercio, separada de la habitual, debiendo en forma automática pagar ese monto al trabajador (de manera digital o en efectivo).
El procesamiento electrónico de las propinas no podrá tener retenciones tributarias. A los fines impositivos se considerará una gratificación de libre disponibilidad para el trabajador.
Sturzenegger explicó que “el objetivo del presidente Milei es que más de un millón de trabajadores de estos sectores vean recompensado el esfuerzo de su atención tanto como lo valoran sus clientes, sin incomodidades ni trabas burocráticas, impositivas o laborales. En esta propuesta ganan todos. Los trabajadores gastronómicos y de otros sectores porque van a poder normalizar el cobro de sus propinas. Los empleadores porque resuelven el conflicto por la merma de las propinas sin generar un costo extra. Y los clientes porque podrán operar en condiciones equivalentes a las de cualquier país desarrollado”.