Hacienda presentó un proyecto exigente en cuanto a dólar, déficit e inflación. Cuáles con las principales divergencias con los inversores.
El proyecto de Ley de Presupuesto que se está discutiendo actualmente en el Congreso plantea el equilibrio primario en 2019, impulsado por una baja del gasto primario en 1,6% del PBI (7% real i.a.), en simultáneo a un incremento de los ingresos en 1,5% del PBI (6% real i.a.), mencionó un informe de Dephos Investment.
El documento de Delphos detalló:
-El incremento de la presión tributaria, además de facilitar el cumplimiento de la meta de déficit primario 0, buscaría lograr el apoyo político necesario para su aprobación. El ajuste fiscal programado es exigente.
-Las mayores precisiones respecto de su diseño y ejecución, en conjunto con los cambios en materia de política monetaria y una posible ampliación de la línea de crédito con el FMI, estarían reconstruyendo la confianza en el programa económico.
-Partiendo en 2018 de una inflación promedio anual de 32,6%, un tipo de cambio promedio de USD:AR$ 28,3, de donde inferimos un tipo de cambio promedio de USD:AR$ 37,5 en lo que queda del año y una caída real anual del PBI de 2,4% en 2018, se asienta sobre una inflación promedio anual de 34,2%, consistente con una inflación de 24,3% al final del período, un tipo de cambio promedio de USD:AR$ 40,1 y una caída real anual del PBI de 0,5%.
-Existe cierta discordancia entre el pronóstico del Ejecutivo y las expectativas del mercado. A diferencia de lo ocurrido en 2016 y 2017 cuando la principal discrepancia era la inflación, en esta oportunidad se trata del tipo de cambio. El tipo de cambio promedio planteado oficialmente no sólo difiere significativamente respecto de la última encuesta REM del BCRA –que indica una mediana de 46,25-, sino que el mercado de cambios de ROFEX al día de ayer cerró en un promedio de 48,55 para los contratos con vencimiento entre enero y agosto de 2019.
-Dada una inflación interanual presupuestada de 24%, desde el Gobierno se espera una caída del tipo de cambio real del orden del 8% a diciembre 2019 vs. diciembre 2018; sin embargo, si nos atenemos a los valores de referencia del mercado, un tipo de cambio nominal a USD:AR$ 54 (ROFEX a agosto 2019) implicaría un aumento del ITCR de 17,8%.
-Esta diferencia en las previsiones obedece a la proyección de distintos escenarios: mientras el Gobierno estima una normalización de las variables macro y la recuperación de una dinámica positiva, el mercado aún plantea un panorama de incertidumbre. Como barrera de contención, el BCRA buscaría implementar un sistema de bandas cambiarias o crawling peg en un intento por disminuir la volatilidad y garantizar una mayor predictibilidad en la evolución del tipo de cambio. Esta decisión se enmarcaría entre las condiciones del nuevo acuerdo con el FMI para garantizar un nuevo esquema de flujo de fondos en la línea de crédito.
-Las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda soberana impulsaron una aceleración del ajuste fiscal. En este contexto, el proyecto de ley de presupuesto plantea una convergencia hacia el equilibrio primario en 2019.
-El esfuerzo fiscal necesario alcanzaría 3,1% del PBI, distribuido en:
i) un déficit primario de 2,6% en 2018;
ii) una pérdida de recursos tributarios de 0,3% del PBI por la cesión de 3 puntos de precoparticipación a las Provincias, el Pacto Fiscal y la Reforma Tributaria, parcialmente compensado por ingresos por una mejor cosecha;
iii) un aumento del 0,2% del PBI en concepto de prestaciones sociales que ajustan automáticamente por la fórmula de movilidad vigente.
-Entre las acciones fiscales para alcanzar déficit primario cero podrían distinguirse dos categorías: aumento de ingresos por 1,5% del PBI y disminución de gastos por 1,6% del PBI.
-En el primer grupo se ubica la implementación de derechos de exportación de AR$ 4/ USD en el caso de bienes primarios y AR$ 3/USD para bienes con mayor valor agregado.
-Adicionalmente, ingresos de capital provenientes del FGS por 0,4% del PBI de acuerdo a lo establecido con la Reparación Histórica. Por el lado de la reducción del gasto podríamos definir dos subgrupos, gastos de capital y gastos corrientes. La reducción del gasto de capital sería del 0,5% del PBI y más del 30% real interanual. Entre los gastos corrientes la caída sería mayor al 5% real interanual.
-Se destacan las menores transferencias a las provincias, principalmente a la Provincia de Buenos Aires, por 0,3% del PBI. Asimismo, una caída del 0,3% del PBI de los subsidios al transporte, pasando esta carga a las provincias a partir de 2019 y una caída del 0,4% en los subsidios energéticos, por un superior traslado de los costos a las tarifas.
-Finalmente, una disminución de los gastos operativos en 0,1% del PBI mediante el compromiso de no aumentar el personal y caídas reales en los gastos ajenos a políticas alimentarias y de salud. En términos reales interanuales, el incremento de los ingresos totales alcanzaría aproximadamente 6%, entre los que los recursos tributarios subirían un 4%.
-Los gastos corrientes caerían más de un 7% real interanual, de la mano de una disminución real interanual de más del 5% de los gastos primarios y de más del 30% de los gastos de capital. (ver Cuadro IV). La carga de intereses se elevaría a 3,2% del PBI desde 2,9% del PBI en 2018. Es por esto que, las necesidades de financiamiento netas continuarían siendo positivas en 2019.
-En esta misma línea, el Gobierno ha ajustado su proyección de rolleo de LETES durante el 4Q18 a 60% desde el 75% esperado a principios de agosto, un ajuste que ubica a las proyecciones en un escenario más conservador.
-De todas maneras, y a la espera del cierre de un nuevo acuerdo con el FMI, Hacienda no plantea recurrir a dicho organismo para financiar más que los 11.700 millones USD originalmente presupuestados en julio. De tal forma, la extensión de la línea de crédito pareciera gestarse en calidad de salvaguarda ante un eventual shock financiero adicional para 2019.