Los medios de pago electrónicos crecen aceleradamente y se abre un escenario de novedosas funciones que estarán en marcha en los próximos meses. En Nuevo Dinero 2017, grandes players como Todo Pago, Mercado Pago y Red Link adelantaron qué es lo que se viene.
El crecimiento vertiginoso de nuevos medios de pago en la Argentina y también en la región se tradujo en una lista de fuertes avances en los últimos meses pero, sobre todo, en una serie de anuncios sobre cómo cambiará la forma de vincularse, pensar y usar el dinero.
Ese fue el tema central de los principales jugadores del mercado que ven un gran potencial en territorio local gracias a la elevada cantidad de smartphones que son utilizados en el país y también al creciente acceso a internet, que permite operaciones de pago electrónico en todas sus formas.
Las condiciones en el país son claras: hay más de un celular por persona pero solo la mitad de la población tiene una cuenta bancaria, y con una penetración de la telefonía superior a la del sistema financiero, la alianza de las compañías y el mundo mobile resulta una necesidad evidente que debió ser acompañada por cambios en la regulación que buscan impulsar las transferencias electrónicas.
El guiño oficial más reciente para avanzar en este sentido llegó los primeros días de julio, cuando se determinó la exención del pago del impuesto a los créditos y débitos bancarios –conocido como impuesto al cheque– para las transferencias que se realicen a través de dispositivos móviles, billeteras virtuales y canales electrónicos.
Así, la batalla está librada contra el dinero en efectivo, tal como lo entiende Tomás Reboursin, gerente de desarrollo de Prisma Medios de Pago. El ejecutivo destacó que Todo Pago pagó de ser “un logo” hace apenas un año a canalizar miles de operaciones online por día.
Las cifras de Mercado Pago también son sorprendentes: mientras que en 2006 procesaban 800 mil transacciones por año, en 2016 se alcanzaron 113 millones de compras, por un monto total de u$s 7.800 millones de dólares.
Próximos pasos
“Vamos a hacer que el pago de la nafta en las estaciones de servicio de YPF sea rápido, fácil y sin tiempo de espera”, aseguró Tomás Reboursin, y agregó que su utilización se extenderá pronto: “Se podrá hacer escaneando un código QR desde la plataforma desde donde los usuarios de Pass Serviclub podrán abonar con tarjeta de crédito o débito, una vez confirmado el monto y, claro, pensamos replicar este sistema en otras industrias”.
En Mercado Pago también se focalizaron en este problema. Osvaldo Giménez, vicepresidente ejecutivo de la compañía, detalló que el acuerdo para la compra de combustible desde el celular que cerraron hace ya varios meses con Axion “no solo elimina el tiempo de espera, sino que evita que la tarjeta desaparezca de la vista del cliente durante varios minutos, por lo que es mucho más seguro”. Se trata de un desarrollo que se suma a otro desafío para hacer más sencillo el transporte en la ciudad: el pago a través de la aplicación TaxiBA, lanzado junto con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que permite el uso de tarjeta de crédito y débito, además de brindar los datos del conductor, tiempo estimado de espera y tarifa, y que ya cuenta con más de 50 mil descargas.
Si bien el objetivo de hacer más simple la experiencia del usuario es la prioridad para todas las soluciones, uno de los puntos clave para la adopción de nueva tecnología es llevar tranquilidad de que se trata de operaciones seguras. “Estamos incorporando herramientas de biometría que muy pronto estarán disponibles y permitirán a los usuarios validar sus acciones a través de la voz, la vista, huella dactilar, y todo eso no solamente hará cada operación más segura sino que ayudará a eliminar la fricción entre los dispositivos, las plataformas y los usuarios”, adelantó Reboursin.
De acuerdo con los ejecutivos, el desafío es lograr una mayor adopción de los desarrollos del último año. Todo se trata de alcanzar un equilibrio entre la oferta y la demanda, es decir, que la tecnología esté disponible pero que también las personas la vayan incorporando a su vida diaria, en términos de usuarios, clientes o contribuyentes, según el caso, para cancelar operaciones sin la necesidad de billetes.
“Creemos que nuestra billetera virtual tiene que parecerse a las de cuero que se usaron siempre, y como allí se guarda todo, sumamos el código QR, el Pago Electrónico Inmediato (PEI) para operaciones sin costo con débito, el botón de pago y el mPos para cobros”, resumió Reboursin sobre los cambios del último año.
Otra de las preocupaciones de esta industria en crecimiento es la pérdida de tiempo y el riesgo que implica ir hasta un cajero automático para retirar efectivo que, rápidamente, se utilizará en distintos comercios. Como respuesta a esto, Giménez apuntó a otro acuerdo que promete eliminar las filas de espera en las sucursales de Pago Fácil, una de las postales urbanas habituales en los locales a la calle o supermercados: “Cualquier factura que se pueda pagar con ellos, también se puede canalizar a través del celular. Sólo hay que entrar a la plataforma, apuntar con la cámara el código de barra impreso en la boleta a pagar y automáticamente se está abonando”, explicó. Además, recordó que muchos servicios públicos también se pueden pagar con tarjeta a través de la aplicación, así como cargar saldo en los celulares con sistema pre-pago, donde la firma ve un gran potencial porque el 70% de las líneas activas en la región funcionan de esa forma.
Otro inconveniente frecuente para trasladarse en la ciudad de Buenos Aires y otras del interior que utilizan la tarjeta SUBE para el transporte público es su recarga. Comercios que cierran temprano, sistemas que se caen y locales no adheridos forman parte de la escena cotidiana: “Por eso se puede recargar con tarjeta de crédito y débito y consultar saldo a través de nuestra aplicación”, resaltó desde el escenario en la Rural.
Crédito, el gran paso
El acceso al crédito en la Argentina representa todo un desafío para las familias pero también para las pequeñas y medianas empresas. Así lo evidencian las estadísticas oficiales; el crédito al sector privado representa apenas un 12% del PBI y los depósitos en el sistema que no son estatales alcanzan solamente el 15%, de acuerdo con los registros de marzo de este año.
Los números locales se ubican por debajo del promedio de la región, donde el crédito llega al 55% y las colocaciones en bancos al 51%. Mucho más lejos nos encontramos de Chile, donde el financiamiento alcanza al 84% y los depósitos llegan al promedio sudamericano.
El panorama que indica un gran potencial de mejora –en términos optimistas– está acompañado de un fuerte debate sobre el medio y el fin del acceso al crédito. En los organismos de control destacan que la bancarización y el acceso al crédito no es un fin en sí mismo, el resultado debería ser el crecimiento económico.
Y la necesidad del elevar la baja performance local explica el visto bueno del Gobierno al desembarco de privados que prestan dinero, pero no quedan bajo la órbita de control del Banco Central por el criterio que divide aguas: no toman depósitos, prestan fondos propios.
Esa condición permitió la irrupción de Mercado Crédito en abril pasado, que brinda financiamiento a los vendedores de Mercado Pago, ya sea que tengan o no operaciones en Mercado Libre.
Con apenas dos meses de vida, se otorgaron más de $365 millones a las pymes que pueden solicitar en forma online un monto equivalente a dos meses de ventas a pagar en un plazo de un máximo de 12 meses. Hasta el momento se contabilizan cerca de 4 mil préstamos, los vendedores aumentaron en un 85% su facturación y un 70% de ellos decidió renovar la línea. Todo se sumó al acuerdo con el Banco Patagonia para la compra en 12 cuotas en Mercado Libre.
Sin embargo, Mercado Crédito tiene su próximo paso en curso: “Estamos evaluando dar financiamiento también a quienes compran en Mercado Libre”, confirmó Giménez. Este año la plataforma creada en 1999 por Marcos Galperín comenzó a cotizar entre las primeras 100 compañías tecnológicas de Wall Street reemplazando a Yahoo, y superando a YPF en capitalización bursátil.
En Prisma Medios de Pago, en tanto, consideran que más que pensar en competencias, hay que focalizarse en ampliar el mercado. Uno de sus objetivos por ejemplo es llegar más a las pymes y trabajadores autónomos. Reboursin destacó que el dispositivo mPos –que conectado a un smartphone permite hacer cobros con tarjeta de crédito y débito– tiene más de 150 mil usuarios y es el Nº 1 de la Argentina. “Conseguimos una gran aceptación entre las pequeñas empresas y principalmente en el interior porque el dispositivo cuesta $299. Estuve de viaje en La Cumbrecita, en Córdoba, y en un restaurante me cobraron con mPos, lo tomé como un interesante feedback”, reveló con una sonrisa a los asistentes.
Las billeteras virtuales ganan más espacio en el interior
El elevado costo del sistema financiero en su conjunto forma parte del diagnóstico general del Banco Central que llevó a la entidad a tomar distintas medidas, rediscutir algunas comisiones, liberar otras y abrir la puerta a nuevas modalidades de pago que no representen un cargo extra en el intercambio entre vendedores y clientes.
Desde agosto pasado, los bancos pueden ofrecer servicios de pago electrónico y se impulsó el nuevo esquema sin intermediarios ni comisiones: el Pago Electrónico Inmediato (PEI) cumple esas funciones y puede utilizarse a través de la billetera móvil, el Pos móvil –con la conexión de un dispositivo al celular– y el botón de pago, en el caso del comercio electrónico. Lo destacable es que se trata de un esquema que funciona con tarjeta de débito, cuando anteriormente era posible únicamente con crédito, y quedó operativo desde enero.
El desarrollo de Red Link basado en estos principios es VALEpei, una billetera virtual multibancos que permite operaciones de transferencias entre personas, compras presenciales y también online. La compañía posee fuerte presencia en el interior, ya que la mayor parte de la banca pública funciona bajo el paraguas de esta red.
“Muy pronto incorporaremos a nuestra plataforma operaciones a entidades extrabancarias y cadenas de comida rápida, que se sumarán al desarrollo que veníamos haciendo con cadenas de supermercados y que pronto estarán disponibles”, adelantó Jorge Larravide, gerente comercial de Red Link, y agregó que el uso de la billetera está en franco crecimiento.
El ejecutivo puso énfasis en los casos en los que ya se está utilizando la aplicación y que consideró son solo muestras del potencial que puede tener tanto en las grandes ciudades como en las comunidades más pequeñas. La bancarización y la inclusión financiera son, en definitiva, uno de los objetivos principales de la billetera. Estos son algunos de los ejemplos más relevantes de cómo se está utilizando la billetera en distintos lugares y para diversos usos en la Argentina:
- .VALEpei ya se está usando en Córdoba, allí los kiosqueros solicitaron al banco provincial los dispositivos –dongle– que se conectan a los smartphones y luego de la descarga de la aplicación Red MOB, ingresar datos del operador y contraseñas, pueden cobrar sus ventas el momento.
- Taxis y remises de Rosario también lo implementaron. Ampliar las opciones de pago de los pasajeros, reducir el riesgo del manejo de efectivo y tener acreditado en el acto el importe tentó a las agencias locales.
- En Resistencia, Chaco, incorporaron la plataforma bares y restaurantes, una de las actividades clave por el volumen de facturación y en donde el Estado suele encontrar un gran nivel de informalidad.
En su presentación, Larravide aclaró que los cinco motivos por los que se usará cada vez más la billetera es que reduce el costo de transporte, “tan elevado que puede hacer fracasar una empresa”. El pago es realmente inmediato, permite operaciones sin costo hasta una facturación anual de $3,5 millones anuales. Agregó que es más seguro porque no se transporta dinero en efectivo y también tiene un potencial de masividad porque hay 41 millones de tarjetas de débito en el mercado.