Tasas de interés, inflación, expectativas, FMI, programa financiero, entre las variables a tener en cuenta en el corto plazo, de acuerdo con Quantum Finanzas.
Argentina se posicionó en un punto de quiebre. La política económica parece haber encontrado límites concretos al esquema de convergencia planteado, que se refleja en presiones cambiarias, pero principalmente en el precio y rendimiento de los bonos en dólares, puntualizó hoy Quantum Finanzas en un informe.
La consultora dirigida por Daniel Marx mencionó que, eEn estos niveles es difícil imaginar que el proceso económico pueda continuar sin cambios sustanciales, que involucren el replanteo del diseño y manera de ejecución de las medidas y principalmente una señal clara y concreta de la dirigencia política de involucramiento en la resolución de la crisis.
Quantum señaló seis cuestiones que deberían tenerse en cuenta hacia adelante:
• Reprogramación de desembolsos del FMI y programa financiero: la posible reprogramación de desembolsos del FMI agregaría financiamiento a un programa que planteado en los términos actuales lograría cerrarse. Suponiendo que en 2019 se renueva el 100% de las LETES en USD, las necesidades para atender los servicios financieros en moneda extranjera con el sector privado y organismos bilaterales y multilaterales de crédito serían de de alrededor de USD 10.000 millones, Si se lograsen anticipar los desembolsos previstos para 2020-2021 –USD 17.000 millones- las necesidades en USD serían más que cubiertas toda vez que esos recursos se agregarían a los USD 12.000 millones previstos en el programa actual con el FMI y USD 3.600 millones de organismos multilaterales de crédito.
• Condicionalidades: sin embargo, de aprobarse, el FMI impondría nuevas condicionalidades. Acelerar el ritmo de reducción del déficit sería uno de los requisitos principales. El otro sería utilizar los fondos –y reservas internacionales netas- para afrontar exclusivamente los vencimientos de deuda, con lo cual automáticamente el BCRA dejaría de intervenir en el mercado de cambios.
• Mayor ajuste fiscal: profundizar el ajuste fiscal luce difícil en el esquema actual donde la mayor parte recae sobre la reducción del gasto, principalmente subsidios y gastos de capital. La indexación de más del 55% del gasto primario y los efectos políticos y sociales de mayores recortes en otras áreas limita las posibilidades de mayor corrección por ese lado sin generar mayor conflictividad. El camino debería ser lograr mejoras en la recaudación tributaria situación que adquiere mayor justificación luego del aumento del tipo de cambio real. Por ejemplo, reimponer retenciones a las exportaciones del 10% generaría ingresos adicionales por 1,2-1,4% del PBI.
• Inflación: la depreciación del tipo de cambio nominal naturalmente tendrá efectos sobre precios. Sin embargo, el impacto final dependerá de la caída del salario real y sus consecuencias sobre consumo y nivel de actividad.
• Tasa de interés y sus efectos: referido a la tasa de interés, el BCRA fijó la de política monetaria en 60% anual. Ello sirve para secar la plaza de pesos, con lo cual se intenta reducir la presión sobre el tipo de cambio, pero también tiene efectos sobre el crédito, que ahora pasa a ser aún más restrictivo. Además, sobre el balance de las empresas, que si bien en el agredo tienen un nivel de endeudamiento relativamente bajo, en casos puntuales puede debilitarlo por la mayor presión de la deuda, generando un círculo de mayores restricciones y efectos.
• Expectativas: la posible disposición del FMI adelantar desembolsos para cancelar los servicios de la deuda en moneda extranjera no alcanzó para calmar los mercados. Por el contrario, la falta de la oferta diaria del BCRA produje el efecto contrario. En una economía bi-monetaria como la nuestra y con alta inflación es necesario generar un horizonte con menor incertidumbre para frenar el atesoramiento en moneda extranjera de los residentes y lograr que se genere oferta de dólares y demanda de activos financieros argentinos en dólares y pesos. ¿Se alcanza esto último solo con un acuerdo del Gobierno con el FMI? Posiblemente no.
“En este contexto el cambio en la estrategia y las políticas es imperativo. La plasticidad de la economía, que no está contractualmente dolarizada y tiene un sistema financiero sólido, permite la readaptación de manera relativamente ordenada. Para ello voluntad y coordinación de políticas y políticos luce indispensable”, finalizó Quantum.