El alza de los combustibles volvieron a impulsar los precios. Dudas sobre la decisión que tomará la FED con el nuevo dato.
Los precios al consumidor en Estados Unidos anotaron su mayor alza en más de un año, tras un repunte del costo de la gasolina, pero una subida moderada de la inflación subyacente podría animar a la Reserva Federal a mantener las tasas de interés sin cambios el próximo miércoles.
El índice de precios al consumidor aumentó un 0,6% el mes pasado, la mayor subida desde junio de 2022, informó el miércoles el Departamento de Trabajo.
El IPC había subido un 0,2% durante dos meses consecutivos, consignó Reuters.
En los 12 meses transcurridos a agosto, el IPC subió un 3,7%, más que el 3,2% en julio. Si bien es el segundo mes consecutivo de repunte de la inflación anual, los precios al consumo interanuales han bajado desde un máximo del 9,1% de junio de 2022. La Reserva Federal tiene un objetivo de inflación del 2%.
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el IPC subiera un 0,6% el mes pasado y un 3,6% interanual.
El informe se publicó una semana antes de la decisión de la Reserva Federal sobre las tasas de interés y siguió a datos de este mes que mostraron una relajación de las condiciones del mercado laboral en agosto.
Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el IPC subió un 0,3%, en un contexto de descenso de los precios de los autos y camionetas usadas.
El llamado IPC subyacente había aumentado un 0,2% durante dos meses consecutivos. Aunque los alquileres siguieron aumentando, la tendencia se está enfriando y se espera una mayor desaceleración a medida que salgan al mercado más edificios de apartamentos.
En los 12 meses transcurridos a agosto, el llamado IPC subyacente aumentó un 4,3%, la menor subida interanual desde septiembre de 2021 y menos que el 4,7% de julio