Es el creador de la tecnología para pagar desde el teléfono que usan Google y Apple (a través de NFC), y estuvo en la Argentina. Por qué las fintech dejaron de ser “disruptivas” para concentrarse en la rentabilidad, el rol de las sucursales, la oportunidad del metaverso y el impacto de la inteligencia artificial en el negocio bancario. Por Pablo Wende
Creó una exitosa fintech, que marcó el camino para uno de los cambios más revolucionarios del mundo financiero: transformar al teléfono en una billetera móvil, abriendo paso a las experiencias de las big tech a través de Google Pay y Apple Pay. Pero ahora Michael Abbott recorre el mundo de la mano de una multinacional como Accenture y asegura que la súbita suba de tasas en el mundo cambió todo. “Las fintech ya no son más disruptivas, deben concentrarse en obtener rentabilidad para seguir en el negocio, porque se acabó la época de dinero gratis”, sentencia.
Este entrepeneur y ahora ejecutivo estuvo cuatro días visitando la Argentina, donde disfrutó no solo de la carne sino que también tuvo tiempo de asistir al estadio Monumental para ver a River en la Copa Libertadores. Previo a su regreso a Nueva York, tuvo tiempo para hablar sobre las oportunidades que tiene la banca “tradicional” y cómo la tecnología seguirá modificando el negocio financiero tal como lo conocemos hoy:
-¿Por qué considera que las fintech están ante un cambio en lo que fue rol histórico?
-La razón es que estamos atravesando la primera suba de tasas desde la introducción del iphone, en 2007. Tuvimos más de 15 años de tasa cero en los Estados Unidos. Y lo que generó esto fue una gran ola de dinero barata, que permitieron el gran crecimiento de la industria fintech. Durante ese período, los bancos también cambiaron y se pusieron a prestar por afuera del negocio tradicional. El aumento de las tasas devolvió a las entidades financieras al negocio tradicional. Sin dinero gratis, ahora el valor de las fintech pasa por la rentabilidad que pueden obtener, tienen la necesidad de conseguir ganancias para crecer y por eso debe ser muy claro el modelo de negocios. Estamos viendo que el negocio fintech se contrae, dejaron de ser compañías disruptivas y ahora deben actuar como proveedores de los negocios ya instalados, de empresas y bancos. Claramente hay algunas excepciones, como lo es Mercado Pago en América latina. Pero volviendo al punto, el flujo de fondos al mundo fintech se contrajo en un 70%, lo que las obliga a demostrar que tienen un modelo de negocios rentable.
-Qué significa que las fintech dejaron atrás su rol disruptivo?
– Ahora su principal rol no es generar una disrupción en el mercado financiero como lo fue al principio, sino sobre todo democratizar el acceso a la tecnología para el negocio bancario. Y lo están haciendo muy bien. Las fintech, por ejemplo, están facilitando el acceso a los bancos al negocio de las tarjetas. La compra de Pismo por parte de Visa es un ejemplo, permitiendo justamente que el negocio de los plásticos llegue de una manera más fluída a entidades alrededor del mundo. Es un ejemplo bien claro de la transformación que están teniendo las fintech y su nuevo rol como facilitadores del negocio financiero.
-En los últimos años, los bancos corrieron de atrás a las fintech, especialmente a la hora de captar clientes a partir de una propuesta tecnológica atractiva. ¿Dónde está parada hoy la industria financiera tradicional?
-El gap entre la mejor experiencia que tenía un usuario con una fintech versus un banco tradicional se ha cerrado completamente, no existe más. Los bancos están haciendo un trabajo excepcional, con altísimos ratings entre sus clientes. La experiencia de ese cliente ha mejorado sustancialmente con su banco en los últimos años. Hicimos una encuesta entre 49.000 usuarios de servicios financieros alrededor del mundo y allí surge que una gran mayoría usa como primera cuenta la de su banco y luego recurre a la fintech para efectuar determinados pagos. primera cuenta es bancaria y luego utilizan una cuenta fintech para el manejo de determinados pagos. Es raro, por ejemplo, que cobren su sueldo en una cuenta fintech en vez de hacerlo en el banco con el que trabajan.
-¿Qué aspectos se valoran en relación a la propuesta bancaria?
– Un aspecto que surge como muy destacado es que dos tercios de la gente sigue valorando de su banco el hecho de contar con una sucursal cerca. Y esto aún aparece entre la población más joven. Ellos también quieren ver a alguien a la hora de operar, consideran como un atributo de credibilidad contar con algún espacio al cual recurrir. Tal vez ya haya cambiado este aspecto desde el punto de vista de la sucursal tradicional, pero desde el punto de vista del marketing sigue siendo un atributo importante. En tiempos más difíciles como los actuales, la gente también confía en lo que puede ver.
-¿La caída del Silicon Valley Bank no pone a prueba este punto de vista?
-Lo que vimos en este caso y en el de algunos pocos bancos regionales es que no habían invertido bien el dinero de sus depositantes. Cuando subieron las tasas repentinamente ocurrió la crisis. Fue un episodio más relacionado con el manejo de riesgo por parte de estas entidades.
-¿Qué pudo apreciar del sistema financiero argentino en su paso por aquí?
-La impresión más importante que me llevo es que tienen un mercado muy competitivo. Cuantas más opciones hay para elegir, mejor para los clientes. Tienen un mercado muy robusto, al menos desde el punto de vista de las diferentes alternativas disponibles. Por otra parte, en el mundo uno de los problemas que tienen que enfrentar los bancos está relacionado con el encarecimiento de las cuotas de los créditos hipotecarios. Mucha gente no los puede pagar. Pero en Argentina el mercado hipotecario no tiene profundidad.
-¿Qué desafíos tiene la banca por delante?
– Uno de los aspectos centrales sigue siendo la atracción de talentos, se trata de un aspecto crítico para el futuro del sector. Para ello también es clave trabajar en la cultura, sobre todo descongelando a mandos medios que se resisten al cambio. Allí es donde hay que poner el foco. Además, es crítico trabajar con tecnologías abiertas.
-¿Qué opina de la oportunidad del metaverso desde el punto de vista de los servicios financieros?
-Creo que se están dando los primeros pasos para que se trate de algo mucho más masivo. La aparición del iPhone dio lugar a una nueva tecnología que cambió a los servicios financieros. Y ahora podría ocurrir lo mismos a partir de la presentación del nuevo producto de Apple, relacionado con realidad virtual y aumentada. Varios bancos ya están experimentando y el potencial es enorme. Solo que todavía faltan pasos para su desarrollo.
-Hoy el concepto de moda es el de Inteligencia Artificial. ¿En qué medida puede incorporarse a la industria financiera?
-La inteligencia artificial no cambiará el negocio bancario, que básicamente es tomar depósitos y dar préstamos. Pero sí será de una enorme utilidad detrás de escena, ayudando a mejorar la atención a los clientes. Por un lado, podemos esperar de la próxima generación de inteligencia artificial avance de manera decisiva en la personalización a la hora de comunicarnos con los usuarios, incluso a la hora de atenderlos por teléfono, como así también en la detección de fraudes. Asimismo, se están generando modelos muy interesantes para incorporar a potenciales clientes sub bancarizados para calificarlos y que también puedan ser sujetos de crédito a partir de una recopilación inteligente de datos.
-Qué recuerdo tiene de su época de entrepeneur y fundador de una fintech?
-Cuando se presentó el iPhone, rápidamente comprendí que lo iba a cambiar todo. Pensé que sería una excelente idea incorporar la tarjeta de crédito en el celuar y prescindir de las billeteras físicas. Trabajé muy rápido en esa idea, luego vino la crisis financiera, pero seguimos adelante. Dejé mi trabajo corporativo para fundar una fintech. Finalmente vendimos la empresa a Google y esa tecnología es la misma que utilizan tanto Google Pay como Apple Pay para pagar en cualquier lugar directo desde el teléfono.
-En Latinoamérica la tecnología para pagos desde el teléfono que se impuso es el QR, a diferencia de Estados Unidos y Europa. ¿Qué opina?
-Lo importante es que estén las distintas tecnologías disponibles y el consumidor elija qué quiere utilizar. Considero que aun estamos en los primeros tiempos de la billetera digital. Creo que sí hay una gran oportunidad en utilizar el celular como una terminal de cobro, debería ser algo habitual para los comercios y todavía no lo es. Mas que trabajar en conceptos como el de super App, lo relevante es expandir la aceptación a la hora del pago.