Los cambios anunciados por la administración nacional fueron bien vistos por el mercado, que observa una significactiva reducción del défict fiscal por esta vía.
Con un pragmatismo y firmeza poco frecuentes, la administración de Macri produjo, en los últimos días, una serie de anuncios respecto de las tarifas del gas natural y el consecuente impacto en el operador del sistema eléctrico CAMMESA y las empresas de servicios públicos, consideró un informe de Balanz Capital.
La primera medida la anunció ministro de Energía recientemente designado, Javier Iguacel, quien anunció la suspensión del generoso programa Gas Plus para la producción de gas no convencional.
El segundo cambio importante en las políticas anunciadas por el Gobierno es una inmediata reducción en el precio en boca de pozo pagado por el gas convencional que se le vende a CAMMESA. Según informes de prensa, el precio promedio del gas se reducirá de US$5,20 a US$4,20.
El informe ponderó que estas decisiones son, sin duda alguna, beneficiosas para los tres desafíos macroeconómicos más importantes de la Argentina:
1 – Lograr una significativa reducción en el déficit fiscal; el cual depende en gran medida de los subsidios a la energía que tras la reciente devaluación se habían borrado gran parte de los avances.
2 – Proteger al consumidor final en CABA y GBA de nuevas subas brutales de las tarifas de luz y gas un año antes del ciclo electivo.
3 – Controlar los impactos inflacionarios de segunda ronda de los aumentos en las tarifas de servicios públicos.
“Está claro que estas medidas no incluyen ninguna varita mágica que pueda eliminar las consecuencias negativas de las ya anunciadas alzas en las tarifas, pero al pagar precios más bajos a los productores de gas, el gobierno puede obtener mayores beneficios económicos de estas reducciones en el subsidio en beneficio de las cuentas fiscales”, amplió.
El gobierno estima que la disminución del precio del gas en boca de pozo permitirá un ahorro de $ 17.000 millones o US$ 550 millones anuales.
“A riesgo de sonar demasiado optimistas, debemos admitir que, según nuestra opinión, esta avalancha de medidas destinadas al sector eléctrico y a la industria del gas es alentadoramente audaz e innovadora. El mensaje que Macri está enviando al sector privado indica que el ‘free lunch’ en la rentabilidad desmedida a expensas de la solvencia fiscal argentina está llegando a su fin”, completó Balanz.