Hoy las acciones del banco llegaron a caer más del 30% -para luego frenar la baja al 13%- y tocaron un mínimo histórico, arrastrando al resto de los papeles financieros.
El banco Credit Suisse solicitó hoy al banco central de ese país y a la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (Finma) que brindaran una declaración pública sobre la salud financiera de la entidad, con el objetivo de devolverle confianza al mercado, en un contexto en el Banco Central Europeo (BCE) y el Tesoro estadunidense se encuentran monitoreando la situación.
Credit Suisse pidió una “declaración tranquilizadora” respecto de sus finanzas al Banco Nacional de Suiza y a Finma, según indicaron tres fuentes cercanas al caso.
Hasta el momento, no obstante, ninguna de las dos instituciones arribó a una decisión sobre si intervenir públicamente o no, señaló la agencia de noticias Bloomberg citando al diario Financial Times.
Hoy las acciones del banco llegaron a caer más del 30% -para luego frenar la baja al 13%- y tocaron un mínimo histórico, arrastrando al resto de los papeles financieros, consignó Telam.
Esto se produjo tras la decisión de su principal inversor de no ampliar su participación accionaria y en medio de un clima de desconfianza generalizada en el sistema bancario internacional.
Amar Al Judairy, presidente del Banco Nacional Saudita, principal accionista de Credit Suisse, descartó invertir más dinero en el banco.
El Credit Suisse atraviesa una situación delicada y se vio inmerso en diversos escándalos respecto a las inversiones que realizó con los fondos de sus clientes, lo cual lo llevó a una crisis de confianza.
El mes pasado, Credit Suisse informó una pérdida neta de US$ 7.917 millones en 2022, el peor resultado registrado por la entidad desde la crisis financiera de 2008.
En otro reporte, publicado ayer, reconoció además que se identificaron “debilidades materiales” en los controles internos de sus estados financieros y una fuerte salida de depósitos desde fines del año pasado que ascendió a más de US$ 100.000 millones.
El CEO del banco, Ulrich Koerner, trató de traer calma afirmando hoy que la base de liquidez de sigue siendo sólida y muy por encima de todos los requisitos reglamentarios.
“Parece que cada vez más inversores miran hacia Credit Suisse como la próxima ficha más probable del dominó” en caer”, comentó Neil Wilson, analista de Finalto a la agencia de noticias AFP, haciendo referencia a las últimos colapsos de los bancos estadounidenses Slivergate y Silicon Valley Bank (SVB).
No obstante, a diferencia de SVB, el banco suizo es uno de los más grandes en el mundo con un mayor nivel de interrelaciones y, por tanto, con consecuencias más graves en el hipotético caso de una caída.
El BCE pidió hoy a los bancos de toda Europa que revelen su exposición a Credit Suisse, según informaron diversas fuentes a la agencia de noticias ANSA.
Del mismo modo, el Tesoro de los estados Unidos está monitoreando la situación y permanece en contacto con sus contrapartes a nivel mundial.
En tanto, en una de las primeras declaraciones públicas por funcionarios respecto al tema, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, afirmó que la problemática “es responsabilidad de las autoridades suizas” y que “deben solucionarlo ellas”.
De todas formas, anticipó, en una comparecencia en el Senado que el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, hablará con su par suizo.