Esta será una semana clave que dará algunos drivers que podrían ayudar a determinar de manera más concreta el comportamiento de corto de algunas variables financieras, mencionó Portfolio Personal.
El dólar y las tasas encontrarán en la licitación de Letras del BCRA de este martes un importante examen, mientras que los acuerdos –o en contraposición, desacuerdos- políticos seguirán siendo un punto de análisis en función de la necesidad de avanzar en un ajuste fiscal que necesita consenso y credibilidad no sólo internamente sino en el exterior, analizó en un informe la consultora Portfolio Personal.
La licitación de Lebac mantendrá un rol protagónico esta semana. Será la segunda con Luis Caputo al frente del BCRA, y los vencimientos -no menores- suman $529.000 millones, en torno al 50% del stock; este es un dato que se repite en los últimos meses dado el cortoplacismo del stock -50 días promedio de duración- y lógicamente está ligado, a que en promedio el 71% de lo colocado mensualmente desde abril es en la letra más corta (a un mes aproximadamente).
Para Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal, “respecto de las últimas colocaciones lo que cambió es la coyuntura; por un lado, rige el compromiso asumido con el FMI de reducir el stock de Letras, un pasivo que hoy es caro en la hoja de balance del BCRA”. Como dato, el stock de licitación a licitación se redujo poco más del 11 % -siempre tomando el último dato oficial-, y 9% si lo medimos respecto a la última colocación del 2017. Es más, hubo acciones con mayor o menor éxito, buscando este objetivo y, lógicamente, lo seguirá habiendo. También hubo un cambio en la política monetaria explicitado algunas medidas tomadas que se meten en las decisiones junto con las tasas, para controlar la inflación.”
Para Corujo, “otro punto no menor que cambió tiene que ver con el comportamiento (y nivel) del tipo de cambio y el nivel de tasas de interés. Clave para también decidir renovar, o no las letras, aun cuando claramente hoy sea –por el escenario actual- un instrumento más vulnerable o volátil que tiempo atrás.”
“En el primer punto, llegamos con un mercado de cambios con menor volatilidad y una apreciación del peso en las últimas diez ruedas (del orden del 2%). En las dos colocaciones anteriores, la tendencia del dólar era fuertemente alcista en el medio ya de una crisis cambiaria y falta de confianza –en mayo el dólar había ganado acerca de 20% en el mismo plazo de análisis, y en junio 11%-. Un escenario último que condicionaba sin dudas las ofertas de los inversores (incluso sin discriminar entre minoristas o institucionales como, por ejemplo, los FCI). El sector financiero, en tanto, lo dejamos un poco aparte porque se ve también afectado por otras regulaciones de la entidad –léase, suba de encajes que llegaron en el último mes y la semana próxima”, se explayó.
El segundo punto, tiene que ver con justamente el nivel de tasas de interés que deberá convalidar –o no- la entidad. De hecho, en el “apretón monetario” realizado en las últimas semanas, las tasas del sistema se dispararon y, es en este marco, que hace una semana atrás los rendimientos de las letras en el mercado secundario se movían (dentro de una curva invertida) entre 54% y 48% para plazos de entre 36 y 138 días, amplió el informe.
“Un buen dato, igualmente, lo dio el movimiento de las últimas ruedas. El viernes, y bajo un mercado más tranquilo (y decisión del BCRA), se marcaron tasas de entre 47.5% y 46.9% para las letras de entre 33 y 131 días. Tasas que no hay dudas que se mantienen altas, pero que vuelven –aunque con volatilidad- a acercarse a la tasa corta de la última colocación (19-6) que se ubicó en 47% anual”, completó Corujo
Y agregó: “Claramente, la prueba de este martes será que el BCRA –que entendemos no renovará la totalidad de los vencimientos- pueda evitar, en especial, que los pesos que sobren vayan a tensionar nuevamente al dólar. Esto no quiere decir que no podamos ver una corrección al alza, tras las últimas semanas de baja, pero que respeten como techo la zona de $ 28 de corto plazo. Por otro lado, que el BCRA pueda hacerlo sin convalidar tasas de interés mucho más arriba que la licitación de junio. Un nivel de 47% para la tasa corto, en el actual escenario, sería un buen punto”.
“En conclusión, la coyuntura en la que se llega a la licitación es más favorable que la observada en las últimas dos. No podemos asegurar que la crisis se superó, menos aún con este nivel de tasas, pero sí que se ha avanzado en una condición básica y necesaria que era una mayor estabilidad de la plaza cambiaria en lo que a la coyuntura diaria se refiere. En este marco, y aun cuando insistimos que la vulnerabilidad del instrumento es mayor que meses atrás, recomendamos renovar las letras dentro de la posición que mantenemos de pesos en las carteras (de entre 20%-25%). Son tasas atractivas dentro de un escenario esperado de base de cierta estabilidad en el TC en los próximos dos meses”, cerró Corujo.