Un informe de la consultora Equilibra resaltó el aumento del empleo, aunque el mayor crecimiento se dio en segmentos informales
En 2022, la actividad económica se expandió más de 5% anual, mientras que el consumo privado fue uno de los componentes más dinámicos, con una expansión del 9%.
Lo paradójico, según resalta un informe de la consultora Equilibra, es que este salto del consumo se dio a pesar de una caída del salario real en términos reales, acumulando cinco años de descenso.
La explicación fue el crecimiento del empleo: la cantidad de asalariados registrados trepó 4% el año pasado, al tiempo que el número de asalariados informales subió más de 15%.
Los ocupados “no asalariados” registraron un aumento en torno al 1% en 2022. Esta categoría incluye a casi 5,5 millones de trabajadores, algunos registrados como empleados de casas particulares, independientes, autónomos, monotributistas y otros no registrados.
Considerando todas las modalidades de empleo, la consultora estima que los puestos de trabajo totales habrían crecido 6% en 2022. Los puestos de asalariados formales y no asalariados se expandieron 3% anual mientras los informales crecieron 13%.
Si bien el índice de Salarios no registrados por el Indec mostró en 2022 una caída del 8% anual en términos reales, este indicador refleja la variación salarial nominal con cinco meses de retraso, por lo que su comparación con la inflación contemporánea es errónea. “Reestimando y proyectando a partir de los microdatos de la encuesta, obtuvimos una caída de apenas 0,1% del salario real informal en 2022”, indica el informe.
Según Equilibra, la recuperación del empleo “es muy significativa”: los puestos de trabajo ajustados por crecimiento de la población equivalen al 1%. El dato supera al registrado en 2017, cuando se dio un pico en el consumo privado.
“Además, se dio un doble cambio en la composición del empleo, yendo hacia una mayor ‘independencia’ y dentro del mundo asalariado, hacia una mayor informalidad”, destaca el documento de la consultora.
Por último, la masa de ingresos laborales (puestos de trabajo por remuneración), creció 4,6% en términos reales en 2022. Este número contrasta con la caída del salario real y explica la fuerte expansión del consumo privado.
