Riad, capital del Reino de Arabia Saudita, fue sede de dos encuentros clave para la agenda de la Economía Global: Marcela Marincioni, co fundadora de Findo, escribió un artículo para Road Show contando una experiencia única.
El mundo de las finanzas de tradición analógica y masculina está quedando en el pasado. Pese a que aún no es un hecho, los dos encuentros significaron un claro esfuerzo por evolucionar el paradigma socio-económico en miras de incluir financieramente a la mayor parte de la población que hoy es invisible para el sistema formal. El acceso y uso de las Soluciones Digitales así como la Participación de la Mujer, son los dos caballos de batalla para potenciar el crecimiento de la economía global.
GPFI – Digitalización y Finanzas
El 3 de julio comenzó el Global Partnership for Financial Inclusion Forum (GPFI), un foro de autoridades internacionales del sector público y privado quienes en esta ocasión analizaron durante dos jornadas las tendencias tecnológicas en materia de inclusión financiera digital.
Gabriel R. Bizama, Chair del GPFI Argentina, estuvo a cargo de la inauguración y luego referentes como John Edge de MIT University, Michael Casey de MIT Media Labs y Matt Gamser, CEO del SME Finance Forum del IFC expusieron sobre Blockchain y las oportunidades para abrir nuevos mercados y bajar los costos transaccionales.
Según Casey, el problema de la inclusión financiera no son los ¨Unbanked¨ (no bancarizados) sino los ¨Untrusted¨ (no confiables), e instó a los directores de Banco Central y Ministros de Economía, autoridades de Organismos Multilaterales y Corporaciones que estaban en la audiencia a desarrollar nuevos métodos para evaluar a la población que está excluida del sistema financiero formal –que en su mayoría son mujeres-, utilizando el potencial que ofrece la tecnología.
W20 Argentina
En paralelo, tuvo lugar la Mesa Redonda de Inclusión Financiera del Women20 (W20), integrada por un grupo de expertas en finanzas y delegadas de los países del G20 quienes acordaron acciones prioritarias para elaborar políticas públicas con perspectiva de género, con el objetivo de cerrar la brecha entre hombres y mujeres en la economía. El documento consensuado en la reunión se integrará a las recomendaciones de los demás ejes de trabajo del W20 en el comunicado final que el grupo de afinidad presentará durante su cumbre en Buenos Aires y entregará a los líderes del G20 para ser considerado en el comunicado final de líderes.
La apertura estuvo a cargo de Susana Balbo, Chair del W20, del Dr. Khalid Al Yahya – Sous-Sherpa de la secretaría Saudi del G20 – y representantes del British Bank de Arabia Saudita (SABB), co-host del encuentro. Luego la Directora Ejecutiva Juliana Bonetto introdujo a las delegadas, a los expertos Sabrin Rahman, HSBC Bank, Farah Foustok, CEO Lazard Gulf Ltd. y Alfred Honning, Alliance for Financial Inclusion (AFI).
Al equipo de trabajo se sumó Inez Murray de Global Banking Alliance for Women (GBA) y Marcela Marincioni, Knowledge Partner de la Universidad Torcuato Di Tella y Co-fundadora de Findo, la única fintech que participó de los encuentros. Findo es una start up argentina cuyo propósito es ampliar el acceso al crédito con la tecnología más avanzada de latinoamérica y desarrolla modelos de scoring alternativos inclusivos con familias de algoritmos en permanente evolución.
¿Por qué es importante desarrollar estrategias internacionales y lanzar servicios financieros con foco en la mujer?
Porque las mujeres enfrentan más barreras para el uso y acceso de los servicios financieros en comparación con el hombre. Los resultados hablan por sí solos: El 55% de los no bancarizados son mujeres (Findex 2017) y del total de mujeres empleadas en países emergentes, sólo un 44% reporta percibir su salario mediante un depósito. Además, 30% de las pequeñas medianas empresas de mujeres en los países del G20 recibe sólo un 10% de los préstamos que otorgan los bancos, acceden a montos menores y pagan tasas más caras que los hombres (Closing the Credit Gap IFC 2013). A nivel global, las estadísticas confirman que un 70% de las empresas lideradas por mujeres están desatendidas y que la brecha de crédito entre las empresas que operan en el sistema formal es de $287 mil millones (Women Owned SMEs Study IFC 2014).
La falta de acceso a préstamos para el segmento individuo y empresa, es consecuencia de que las mujeres ganan menos que los hombres porque trabajan en sectores de la economía de menores ingresos y debido a que son las responsables, en su mayoría, de las actividades relacionadas con la reproducción, educación de los niños y las tareas del hogar por lo tanto tienen poco tiempo libre para actividades productivas como visitar la sucursal del banco. Asimismo, un gran porcentaje vive en zonas aisladas; en general sus salarios apenas alcanzan para pagar las cuentas y disponen de pequeños montos para ahorrar o invertir. Afrontar los costos de apertura y mantenimiento de una cuenta bancaria no les resultan convenientes (AFI Policy Frameworks to support Women Financial Inclusion, 2016).
Los servicios financieros digitales tienen potencial para atender a más de 980 millones de mujeres que están excluidas del sistema formal. 605 millones de ellas tienen un teléfono móvil y 115 millones reciben en efectivo el pago por la venta de productos agrícolas. Además, un 11% ahorra con métodos informales como los círculos o clubes de ahorro (GBA, 2018). Las Fintechs son una herramienta que facilita la inclusión financiera para las mujeres porque es un método seguro, confidencial, de fácil acceso y bajo costo.
Diseñar productos y servicios financieros digitales pensados para las mujeres es una deuda pendiente porque el punto de partida no es el mismo para el hombre y la mujer; no se trata de igualarnos sino de promover la equidad. Es momento de reconocer el rol crítico que tiene en la sociedad. De acuerdo al estudio de McKinsey, ¨the power of parity¨ de 2015, las mujeres participaran en la economía como los hombres, el PBI anual aumentaría 26% en 2025.
La inequidad sólo puede cambiar si primero la reconocemos y luego decidimos hacer algo al respecto. Cada uno desde su lugar tiene la posibilidad y la responsabilidad de tomar cartas en el asunto. Y así, trabajando a conciencia entre todos obtendremos un nuevo caso de negocios rentable, sustentable y lograremos vivir en una sociedad más diversa y justa, con oportunidades para todos.