Fue encontrada culpable de cuatro delitos de defraudación a inversionistas. La pena es por haberle mentido a los inversionistas en su proyecto.
Un juez de California sentenció a 11 años de prisión a la empresaria Elizabeth Holmes, antes conocida como ‘la próxima Steve Jobs’ por varios cargos relacionados con fraude. En su momento, fue la gran promesa de Silicon Valley.
Holmes fue la fundadora de la empresa Theranos, la cual afirmó haber desarrollado un mecanismo que lograba identificar cualquier enfermedad conocida con tan solo una gota de sangre del paciente, un hecho que habría revolucionado la industria médica.
Sin embargo, en 2015, un reportaje de The Washington Post puso en duda la efectividad del invento con testimonios y pruebas que demostraban que en realidad todo se trataba de un fraude, consignó la agencia de noticias Sputnik.
En enero, Elizabeth Holmes fue encontrada culpable de cuatro delitos de defraudación a inversionistas, y este 18 de noviembre el juez Edward Davila determinó que la condena a pagar será de 11 años y tres meses de prisión por haberle mentido a los inversionistas en su proyecto.
Durante su exposición, Davila aseguró que la empresaria “se intoxicó con la fama” y eso la llevó a defraudar a los inversionistas que creyeron en Theranos, entre ellos Bill Clinton, Carlos Slim, Rupert Murdoch (dueño de The Washington Post) y hasta exfuncionarios del Gobierno de Donald Trump como Jim Mattis, exsecretario de Defensa.
Con tan solo 19 años, Elizabeth Holmes fundó en 2003 la empresa Theranos, con sede en Silicon Valley, y cuyo principal atractivo era la llamada “máquina Edison”, la cual, supuestamente, podía detectar cualquier tipo de enfermedad con tan solo una gota de sangre.
Lo revolucionario del invento llamó la atención de la cadena de farmacias estadounidenses Walgreens, que se asoció con Theranos para instalar este sistema en sus tiendas. Con ello, la compañía de Holmes logró cotizarse hasta en 9.000 millones de dólares.
Sin embargo, las quejas de clientes cuyos resultados nunca llegaron se incrementaron y las pruebas respecto a que, en realidad, se diluía la sangre y los análisis se realizaban de forma cotidiana, generaron dudas entre los inversionistas.
Aunado a ello, según la acusación final del juez, Holmes también mintió sobre el valor de las acciones de la empresa, encareciendo cada título un 31%.
Por ello, además de la pena en prisión, la empresaria deberá pagar una multa de 385 millones de dólares para resarcir el daño cometido contra los inversionistas, quienes no lograron recuperar sus fondos.