Saló que la baja performance durante el último año de los bonos nominados en moneda dura los deja “baratos” respecto a los instrumentos nominados en moneda local.
Los bonos en pesos más largos dejan en evidencia el estrés financiero que representa el acortamiento de duration en cartera y los problemas de refinanciamiento con los que cuenta el Tesoro. Esto se refleja en las paridades de bonos como el TX26, TX28, DICP y PARP, que se encuentran en zona de mínimos, indicó un informe de la consultora Delphos Investment.
Delphos completó que, por un lado, los rendimientos del TX26 y TX28 están próximos a alcanzar los niveles del sell-off de junio, mientras que en el caso de los dos más largos ya los superaron.
Y que por otro lado, las paridades del DICP y PARP se encuentran en zonas representativas de pisos. La cotización del DICP, hoy del 70%, se halla por debajo del 75% que caracteriza cotizaciones críticas. Y, la paridad del PARP, hoy del 39%, es consistente con el 40% que caracteriza a los pisos técnicos en la cotización histórica del instrumento.
Delphos agregó que estos mínimos solo fueron ignorados en dos ocasiones. La primera fue en 2019, tras el estrés financiero que ocasionaron las expectativas sobre el mandato presidencial entrante y el reperfilamiento de las letras del Tesoro, con pisos de paridades del DICP y PARP en 36% y 20% respectivamente. “La segunda involucra al corona crash en marzo de 2020, donde los DICP y PARP marcaron mínimos en 50% y 18% de paridad. Las paridades de hoy son consistentes con los valores en 70% y 40% observados en el sell-off de junio”, amplió.
El informe señaló que los títulos cortos con vencimientos en 2023 y 2024 no reflejan las mismas perspectivas gracias a las intervenciones del Banco Central, que genera demanda con el fin de defender la curva. “Pero los pesos emitidos buscan, tarde o temprano, salida en los dólares financieros, que se despertaron de la “siesta”, llegando a acumular una suba del CCL (Galicia) del 6,1% en dos semanas. Aun así, entendemos que el dólar financiero permanece barato, y vemos con buenos ojos a los títulos hard-dollar”, advirtió.
En términos relativos, Delphos dijo que la baja performance durante el último año de los bonos nominados en moneda dura los deja “baratos” respecto a los instrumentos nominados en moneda local. Y, a pesar del rally que favoreció a los bonares y globales durante las últimas dos semanas, todavía tienen camino por recorrer.
“Mantenemos nuestra postura a favor de los bonos hard-dollar y que las operaciones de carry-trade se encuentran en desventaja tras las subas de los dólares financieros de los últimos tres días. Un BCRA que intervenga el CCL podría favorecer la opción de hacer tasa en pesos, pero la volatilidad de estos últimos días nos deja expectantes y cautos con preferencia hacia la moneda dura”, concluyó.