Por Andrés Burecovics, abogado, director de B&P Consulting
El potencial tecnológico que tiene Argentina es gigantesco, y esto es bien sabido por el mundo. No sólo los desarrolladores argentinos consiguen trabajos remotos con relativa facilidad, sino que también los emprendedores crean constantemente empresas y productos tecnológicos con buena recepción en el resto del mundo.
Particularmente en el ecosistema crypto, Argentina es uno de los países más desarrollados en cuanto a la adopción y construcción a gran escala de sistemas que permitan potenciar el uso de criptomonedas.
Sin embargo, algo que no tanta gente externa al ecosistema sabe, es que si bien los recursos humanos capaces de todo esto son argentinos de nacimiento, poco y nada sucede realmente dentro del territorio argentino que no corresponda al trabajo administrativo u operativo.
Prácticamente todas las estructuras corporativas de las startups argentinas se encuentran en el exterior. Y una cantidad astronómica de founders, devs, VCs, personalidades del ecosistema, referentes y constructores de todo aquello que nos hace sentirnos orgullosos de nuestro país, hacen vida en Punta del Este, Uruguay
Caminar por Punta del Este es una experiencia surrealista en la cual cualquiera puede tomar un café , o hacer la cola del supermercado con el CEO de un unicornio y sin saberlo.
La ciudad creció exponencialmente durante los últimos años de la mano de inmigrantes argentinos de élite, que trasladaron sus bases de operaciones por impericia y absoluta incomprensión del fenómeno tecnológico que tienen los que allí forjan las reglas.
Por otro lado, Uruguay ofrece no solo beneficios fiscales y operativos imposibles de ignorar, sino un contexto de muchísima mayor seguridad (de todo tipo, incluyendo jurídica) y predictibilidad que hace que los argentinos se sientan extremadamente a gusto.
La comunidad argento-esteña tech supera, a mi juicio, por varios órdenes de magnitud, a la argento-madrileña que fue en el pasado la niña bonita de las comunidades de expats argentinos.
La oportunidad de mudarse a Wilson Valley, Tel Aviv del Sur, South South Beach o como quieran llamarla, se encuentra hoy más vigente que nunca para todos aquellos emprendedores que quieran darle alto vuelo a sus proyectos, intentando también capitalizar también invaluables oportunidades de networking.
