Se aproxima la segunda vuelta de la elección presidencial brasileña, con las encuestas indicando un empate técnico. Informe de Delphos Investment.
El próximo 30 de octubre se realizará la segunda vuelta o balotaje presidencial en Brasil, el país con el que Argentina mantiene el mayor intercambio comercial, sobre todo de manufacturas industriales.
“Creemos que se tratará de una elección de diferencias. Es decir, Bolsonaro tiene el desafío matemático de compensar la abultada diferencia que consigue el PT en los distritos pobres del Nordeste y grandes ciudades del centro”, consignó un informe de Delphos Investment.
Para esta consultora, esta diferencia puede ser recortada gracias al apoyo de los gobernadores de Minas Gerais, San Pablo y Río de Janeiro. Si el aparato oficial y la participación ciudadana hacen su trabajo en estos distritos, entonces Bolsonaro tiene una chance para un “milagro” electoral. Crecieron las chances de este escenario en los últimos días.
“En algún sentido nos hace recordar a lo ocurrido en Argentina en 2015, cuando la masiva participación del centro del país le permitió a Macri más que compensar la enorme diferencia conseguida por el peronismo en el conurbano bonaerense y norte del país”, evocó Delphos.
Por qué el establishment y los fondos apoyan a Lula
Pero el caso de inversión brasileño luce más complejo que de costumbre ya que el establishment local y los fondos globales muestran una preferencia por Lula, quien presenta una agenda de retrocesos en las reformas estructurales de los últimos años. “Se supone que la gente que lo llevaría al poder a Lula se encargaría de “encuadrarlo” para arribar al escenario imaginado, en el cual Lula ascendería al trono pero no detentaría el poder real. Su rol se reduciría a lo institucional y global, donde un equipo técnico confiable se haría cargo del manejo de la economía”, analizó Delphos.
El informe recordó que Lula ha esquivado por ahora todas las presiones para que se defina en materia económica, dejando un enorme interrogante en caso que se imponga y decida “traicionar” a los que lo llevaron al poder al recostarse sobre el ala más izquierdista del PT, la que por otro lado escribió el muy preocupante programa de gobierno de Lula.
“Del otro lado aparecen Bolsonaro y Guedes contra el mundo. No los apoya la prensa local ni la internacional. No los sustentan los principales grupos económicos del país, ni tampoco los grandes fondos de inversión globales. Sólo parecen ser apoyados por la gente “común” y los inversores minoristas. Debemos observar que los fondos locales muestran una clara preferencia por este duo”, agregó.
Delphos imaginó algunos escenarios para los activos brasileños:
Gana Bolsonaro
1 – Una sorpresiva victoria de Bolsonaro alentaría una suba de los activos de riesgo en el corto plazo, pero se volvería al problema estructural de la “mala prensa” de su gobierno en los foros globales y por ende la restricción al ingreso de dinero fresco internacional. Rally inicial, dudas posteriores.
Lula Presidente de Brasil
2 – Respeto al acuerdo político: Lula nomina un elenco ministerial que respeta los acuerdos políticos que lo llevaron al poder, con el Ministerio de Economía en cabeza de alguno de los economistas de centro que le dieron su apoyo en la campaña. En este marco, podríamos no tener un “rally” inmediato de la bolsa por la reacción más prudente de los inversores locales, pero luego podría sentirse la “avalancha” de ingreso de los fondos externos ante el cambio del “character” de Brasil frente a los ojos del mundo
3 – Traición y revancha: Lula desconoce los acuerdos previos que lo llevaron al poder, se refugia en el PT y anuncia una política de retroceso de las reformas de los últimos años. Sería un suicidio político porque no tiene la espalda política para una movida de este tipo. Daría la sensación que una eventual traición y giro a la izquierda podría venir luego de algunos años de consolidación en el poder, no ahora. Pero en caso que se de, podríamos ver un desplome en el corto plazo de los activos brasileños, con nuevamente un potencial desorden político por delante.
“De esta manera, los escenarios más probables son los dos primeros, pero el “downside” potencial del tercero es tan grande que hace que los inversores aún se mantengan en una posición conservadora. Nos sigue gustando mucho Brasil, no descartando usar opciones de cobertura en caso que los precios lleguen a la elección en niveles elevados luego de la suba que estamos viendo”.