El ministro presentó una extensa renuncia que publicó en la red social Twitter. Lo hizo mientras la vicepresidenta Cristina Fernández daba su discurso en homenaje a Juan Domingo Perón.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, renunció este sábado a su cargo y el Gobierno busca con dificultad un reemplazo, en medio de turbulencias en los mercados financieros y dudas sobre la sostenibilidad de la deuda en pesos.
El presidente Alberto Fernández no había anunciado hasta la noche del sábado un reemplazo para Guzmán y entre los nombres para sucederlo sonaban desde Martín Redrado hasta Álvarez Agis, pasando por Silvina Batakis, Cecilia Todesca o Augusto Costa.
La dimisión de Guzmán se conoció a media tarde, mientras Cristina Fernández de Kirchner daba su discurso en homenaje al fallecido presidente Juan Domingo Perón y contaba detalles de la reunión que la vicepresidenta mantuvo con el economista Carlos Melconian la última semana.
Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana. pic.twitter.com/rJQ5w0argQ
— Martín Guzmán (@Martin_M_Guzman) July 2, 2022
Guzmán hizo pública su renuncia mediante su cuenta de la red social Twitter, donde publicó la carta completa en la que hizo un repaso de su gestión al frente de la principal cartera del Gobierno.
“Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descriptos y hacer frente a los desafíos por delante”, escribió Guzmán.
Consideró que “eso ayudará a que quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político que es necesario para que aquellas sean efectivas”.
Junto con Guzmán renunció todo el equipo que lo acompañaba en el Ministerio de Economía y que estaba encagado de la administración de la deuda en pesos, cuya sostenibilidad estaba en duda por parte de los inversores y del Fondo Monetario Internacional (FMI).