El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta giros por 1% del Producto. Este año, el déficit primario podría alcanzar el 3,8% del PBI.
Por efectos fiscales de la guerra, la asistencia del Banco Central al Tesoro podría resultar de 1,8% del Producto Bruto Interno (PBI), en lugar del 1% previsto en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de acuerdo con un informe del Ieral.
El instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea recordó que en 2021, el déficit primario fue de 2,1% del PBI, aunque el resultado negativo habría alcanzado el 3,5 % excluyendo los ingresos extraordinarios: Aporte Solidario Extraordinario, y Derechos Especiales de Giro del FMI.
En 2022, sin acuerdo con FMI y sin los efectos de la guerra, los recursos podrían resultar en 17,2% del PBI, con lo cual, si se repitieran las mismas erogaciones que en 2021 (en % del PIB), entonces el déficit primario en el año que corre podría llegar a 3,8%.
En cambio, el déficit podría resultar de 2,9% en el caso que se eliminara completamente el gasto COVID observado en 2021, consideró el Ieral.
Acuerdo con el Fondo
El Ieral recordó que el acuerdo con el FMI prevé para 2022 un déficit primario de 2,5 % del PBI y limita a 1% del Producto la asistencia de Pesce a Guzmán, cuando ésta había sido de 3,6% en 2021.
Por ese motivo, se supone que el financiamiento privado neto en el mercado de capitales local pasaría de 1,6% a 2% del PBI este año.
Así, el programa financiero, con necesidades financieras netas de 4,1% del PIB, se financiaría en un 50% con el sector privado, 24% por el Central y 17% por el FMI y resto de los organismos internacionales
Sin embargo, debido al aumento en los precios internacionales de los combustibles, sumado a la necesidad de importaciones adicionales de energía por parte de Argentina, en 2022 las cuentas fiscales podrían experimentar un desequilibrio extra de 0,8% del PBI, que se suma al déficit ya previsto.
Los recursos extras que aportará la suba en los Derechos de Exportación (DEX) de la harina y aceite de soja (más de 400 millones de dólares) serían usados para financiar el Fondo Estabilizador del Trigo, no para recortar el déficit.
Para el resto de variables, se asume que se elimina el gasto COVID que existió en 2021, que bajan las transferencias discrecionales a provincias y que el gasto de capital resulta de 1,8% del PBI, menor al 2% previsto en el acuerdo, pero mayor al ejecutado en 2021 (1,6%).
Para los salarios públicos se supone una caída real, al variar nominalmente un 50% en 2022
Suponiendo que el gobierno nacional financia el déficit extra producto de los efectos de la guerra mediante la asistencia del BCRA al Tesoro, entonces la autoridad monetaria tendrá que girarle al Tesoro 1,8% del PBI, casi el doble que el previsto en el acuerdo con el FMI.
En ese escenario, en 2022 la base monetaria tendría una expansión piso de 36,6% nominal anual, sin considerar el resto de los factores de aumento de esta variable.