Hace 17 meses que la inflacion núcleo crece por encima del 3%. La corrección de los precios relativos será un desafío para el Gobierno.
El mercado espera una inflación de al menos 5% para marzo y un piso de 60% para 2022, por encima del compromiso que Argentina tomó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año.
La pauta de inflación que el ministro plasmó en el Memorandum de Políticas Económicas y Financieras acordado con el FMI es del 38%-48% anual medida a diciembre.
Con estos valores a comienzo de año, y con la recomposición de precios relativos implícita también en el acuerdo, será muy difícil alcanzar ese valor, consignó un informe de la consultora LCG.
LCG consideró que el dato de la inflación núcleo es elevado, poniendo de reflejo la magnitud de la inercia inflacionaria: 70% en términos anualizados.
No se exhibían esos valores desde 2018/19 en meses de significativo stress cambiario.
LCG completó que la inflacion “aún no incorpora los shocks externos que implicará la guerra en Ucrania tanto en alimentos como combustible, y los que se experimentarán en base a ajustes de tarifas y tipo de
cambio debido al acuerdo con el FMI”.
Inflación de marzo 2022
Para marzo, analistas esperan una aceleración todavía superior.
LCG explicó que la aceleración de Panificados en la última semana (4,8% semanal) es un reflejo del conflicto en Ucrania que difícilmente termine con esta suba.
Sobre esto se agregan los aumentos autorizados en electricidad y gas (20% cada uno), que sumarán 0,6 punto porcentual, la incidencia que tenga el gasto vinculado a Educación (colegios privados y útiles).
Además, el aumento de Combustibles del 9,5% promedio a partir de la segunda mitad de marzo tendrá una incidencia de 0,2 puntos en el IPC este mes (y 0,3 pp en abril por arrastre del aumento).
“Así las cosas, esperamos un registro cercano al 5% mensual en marzo”, indicó LCG.
Inflación de 2022
LCG agregó que en relación al resto del año, el programa cerrado con el FMI augura una mayor escalada de los precios.
“Recomposición de tarifas y meta de reservas que impone como mínimo un crawling del tipo de cambio más acelerado, sumarán presión sobre la demanda doméstica”, enumeró.
Además, habrá inflación importada del resto del mundo tanto por el efecto posterior a la emisión por la pandemia como por el impacto de la guerra sobre la producción de alimentos y combustibles.
“Considerando estos factores, nuestra proyección del 60% de inflación anual para 2022 luce como un piso”, concluyó.