Un informe del Ieral advirtió sobre las dificultades de financiamiento que tendrán las provincias en un nuevo contexto internacional y local. Qué subsoberanos lo sufrián más.
Las provincias sufrirán dificultades en el financiamiento, debido a la crisis local e internacional que encareció el fondeo y que también afectará los servicios de deuda de estas jurisdicciones, según un documento del Ieral elaborado por los investigadores Marcelo Capello y Lucía Iglesias.
A nivel del consolidado provincial (23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), el resultado fiscal corriente (ingresos corrientes menos gasto corriente) mejoró en los dos primeros años del gobierno actual, pasando de 0,3% al 0,4% del PIB entre 2015 y 2016, y 0,8% en 2017.
También mejoró el resultado primario, aunque no pudo revertir su signo negativo. Pasó de -0,7% del PIB en 2015, a -0,6% en 2016 y a -0,4% en el año 2017.
Mientras tanto, el resultado financiero, sin dejar de ser deficitario, también mostró una leve tendencia decreciente: -1% del PIB en el año 2015, manteniéndose en torno a -0,9% en 2016 y 2017.
El principal efecto de las turbulencias financieras recientes sobre las finanzas provinciales vendrá por el lado del acceso al financiamiento, que resultará seguramente menor a lo esperado.
Por ende, la expansión de la obra pública provincial se verá muy probablemente afectada. También puede preverse que la ralentización a que dará lugar en el nivel de actividad, volverá más lenta la suba de los recursos provinciales.
Fueron 14 las provincias que salieron al mercado externo en busca de financiamiento, durante el año 2016 y 2017, incluso algunas de ellas emitieron más de una vez en un mismo año, así como también, en los dos años consecutivos.
La provincia de Santa Fe (similar a Buenos Aires), fue la que consiguió la mejor tasa (promedio) durante los dos primeros años del gobierno actual, mientras que La Rioja, emitió a la mayor tasa observada en ese período: 9,75%.
En los próximos meses, el financiamiento para provincias será más escaso y caro, afectando sus planes de inversión.
Por el lado del gasto público, es muy probable que las negociaciones con el FMI prevean recortes y controles en el gasto también para las provincias, por lo que deben esperar noticias en tal sentido.
Pero el efecto más rápido e importante vendrá por el lado del peso de los servicios de
la deuda en los ingresos provinciales, por el aumento del tipo de cambio.
Para esto debe tenerse en cuenta que las provincias más afectadas serán aquellas en que pesan más los servicios de deuda, y que a su vez un mayor porcentaje de ellos están
denominados en moneda extranjera.
La peor parte en 2018 la llevarán provincias como Chubut, en que los servicios de la deuda superan el 20% de sus ingresos corrientes (netos de coparticipación a municipios), o en provincias como Salta (15%), Buenos Aires (13,5%), Mendoza (11,7%) y Río Negro (11,2%). Además en provincias como Buenos Aires y Chubut, entre 33 y 43% de sus vencimientos resultan en moneda extranjera.
Existen otras provincias en que el peso de los servicios en moneda extranjera resulta
mayor (La Rioja, Santa Fe, San Juan, Córdoba), superando el 50%, pero en que no es
tan importante e peso de los servicios totales de deuda sobre sus ingresos corrientes netos.