Por ahora no hay señales claras respecto a la cancelación de U$S 730 millones. SI Argentina no paga entraría en default con el FMI, mientras continúan las negociaciones para cerrar el acuerdo. También caen los bonos.
La negociación para llegar a un acuerdo con el FMI entró en tiempo de descuento, ante la indefinición sobre el pago de U$S 730 millones que el Gobierno debe hacer mañana. El ministro de Economía, Martín Guzmán, había señalado hace pocos días que la Argentina tenía los recursos para pagar, ya que se trata de los mismos Derechos Especiales de Giro que recibió del Fondo en agosto del año pasado como parte del proceso de capitalización del organismo. Sin embargo, desde el kirchnerismo duro consideran inconveniente perder reservas sin un arreglo firme.
Esta elevada incertidumbre está impactando sobre el valor del dólar. El “blue” tocó esta mañana un nuevo récord de $ 223, mientras que el “contado con liquidación” se ubicaba en $ 229, agrandando la brecha cambiaria por encima del 110%. Por otra parte, el Banco Central continuó vendiendo reservas: ayer fueron U$S 50 millones.
Los bonos también sufrían nuevas caídas y el riesgo país se consolidó por encima de los 1.900 puntos básicos. Las acciones argentinas tampoco hacían pie en Wall Street y sufrían caídas leves, pese a que se trata de una jornada positiva para los mercados globales.
Las conversaciones con el Fondo se intensificaron en los últimos días, no sólo entre los equipos técnicos sino incluso entre el propio Presidente, Alberto Fernández, y la número uno del organismo, Kristalina Georgieva. Las diferencias siguen dando vueltas en relación al ajuste fiscal que debería cumplir la Argentina en los próximos años.
Para 2022, por ejemplo, el Fondo propondría un ajuste a 2% del PBI, mientras que el Gobierno pide que sea del 2,5%, tras haber finalizado el año pasado con un rojo de 3% del Producto. Para el 2023 la exigencia sería un déficit de 1,4% del PBI contra 2% propuesto por el Gobierno. El equilibrio fiscal debería alcanzarse en 2025, de acuerdo a las exigencias del organismo, pero la Argentina exige que sea recién en 2026.
Desde el kirchnerismo “duro” expresaron su rechazo a la firma del acuerdo con el Fondo en estas condiciones. Tampoco apoyaría un arreglo la vicepresidenta Cristina Kirchner. Sin embargo, algunos ministros del ala más moderada del gobierno como Matías Kulfas, titular de la cartera de Desarrollo Productivo, se manifestaron en las últimas horas a favor de un entendimiento.
Aún en caso de que la Argentina caiga en incumplimiento por el pago de mañana, es decir entraría en default con el FMI, podría ser temporario, dado que las negociaciones continúan. La intención oficial, por otra parte, es que los U$S 1.100 millones que vencen entre mañana y el 1 de febrero sean refinanciados como parte del nuevo acuerdo.
