De esta manera, en los primeros 7 meses del año la economía acumuló un alza de 10,5% interanual.
El INDEC informó que durante julio la actividad económica tuvo una variación interanual positiva (11,7% a/a), en línea con respecto al indicador del mes de junio, tras lo que analistas proyectan que el año cerrará con un rebote de 6,5%.
De esta manera, en los primeros 7 meses del año el indicador acumuló un alza de 10,5% interanual.
La consultora ACM hizo un análisis de los números difundidos por el Indec:
1 – El indicador medido sin estacionalidad arrojó una variación positiva de 0,8%, desacelerándose con respecto al mes anterior aunque cabe resaltar que en el mes de mayo se observó la mayor dureza en las restricciones. De esta manera, se confirma la reversión en la tendencia bajista que existió en los dos meses de cuarentena estricta.
2 – En julio, dos de los 15 sectores que componen el EMAE mostraron una caída interanual, evidenciando la reactivación que estaría obteniendo la actividad producto de una menor incertidumbre en torno a la finalización de la pandemia sumado a que se continúa comparando con meses de relativa dureza en las restricciones.
3 – En cuanto a las variaciones negativas, están asociadas al sector de “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” que obtuvo una caída del -3,6% a/a. Lo anterior se debió fundamentalmente a la sequía que azotó al campo durante la última campaña como también el impacto negativo rezagado que tuvieron el alza de retenciones y la persistencia de la brecha cambiaria elevada.
El otro sector que presentó una caída fue ”Intermediación financiera” pero en una menor cuantía (-1,3% a/a), la cual se encuentra asociada tanto al relativo menor stress financiero de las empresas y el desarme de ciertas flexibilizaciones en los encajes como también producto del crowding out que genera la demanda de fondos prestables por parte del sector público para financiar el déficit fiscal (recordar que el año anterior prácticamente el 90% del financiamiento del déficit fue monetario. Por otro lado, al igual que el mes anterior, se observaron tasas de variación por encima del 3% lo cual da cuenta la continuidad en la comparación con meses de cuarentena estricta.
En este sentido, las variaciones más moderadas se vieron asociadas al sector de “Electricidad, gas y agua” (3,2%) el cual se ve impulsado por el atraso tarifario (el cual genera un consumo excesivo) parcialmente compensado por ser uno de los sectores que menos se vio afectado por la pandemia en el año anterior (incluso existió una sustitución de Trabajo por Capital que impulsó la demanda energética). En la misma línea se observó el rubro de “Educación” (4,1%).
4 – Por otra parte, los sectores que tuvieron una variación interanual similar a la media fue “Transporte y comunicaciones” (10,1% a/a) en dónde se estaría observando una recuperación asociada a la mayor movilidad de personas y el mayor Comercio Internacional, ante la recuperación de la economía mundial. Otro sector que también creció a la par de la media fue “Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler” (11,1%). Vale recordar que estamos comparando contra un período en donde hubo un bajo nivel de actividad en el sector.
En la actualidad, este sector se encuentra con muchas dificultades para llevar adelante su operatoria normal debido a, por ejemplo, las altísimas complejidades para acceder de manera legal a divisas extranjeras, como así también la baja demanda de alquileres de locales comerciales. Otro sector que tuvo una variación interanual similar fue el de “Industria Manufacturera” (12,7%), el cual había basado gran parte de su recuperación en la recomposición de existencias razón por la cual se estaría observando una desaceleración.
5 – Por el lado de las variaciones interanuales más positivas, se puede observar al sector de “Pesca” con una variación del 251,6% a/a (por cuarto mes consecutivo es el rubro que más crece) en dónde, al mayor Comercio Internacional se le suma la apertura de diversos mercados de forma bilateral. En segundo lugar, se observó a “Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales” (88% a/a), sector que en el mismo mes del año 2020 se encontraba totalmente paralizado (cines, gimnasios, teatros, étc.) y que ahora se encuentran retornando lentamente a la normalidad.
El sector de “Hoteles y restaurantes” también presentó una variación considerable (55,4% a/a), en línea con las menores restricciones comparativas al año anterior sumado a cierta recomposición del salario real en los meses anteriores. Finalmente, el sector de “Construcción” (22,6%) se trata de uno de los sectores que presenta la mayor competitividad dado que permite dolarizar ahorros y buena parte de los costos se encuentran elativamente atrasados medidos al tipo de cambio CCL.
6 – Recapitulando, en julio se continuó con el retorno a la dinámica de recuperación de la economía, si uno observa las variaciones desestacionalizadas. Además, se espera una continuidad en la recuperación en diversos sectores durante los meses siguientes principalmente focalizada en los sectores de Construcción y Hoteles y Restaurantes.
Por otro lado, las perspectivas del sector agropecuario son positivas debido a la continua alza de los precios internacionales, lo que contribuye a la actividad en las economías regionales, parcialmente compensado por el impacto negativo del nivel actual de retenciones y de la brecha cambiaria y ciertas previsiones de sequía de cara al verano.
7 – De cara a los próximos meses, esperamos que el mes de agosto confirme la recuperación observada en los meses anteriores a medida que se reducen las restricciones pandémicas y se acelera el ritmo de vacunación. A diferencia de la primera ola, esperamos que la recuperación sea menos heterogénea producto del mayor grado de certidumbre que trae aparejada la campaña de vacunación.
Por otro lado, dado que el tercer trimestre concentraría el impacto de la flexibilización de las restricciones y que se esperan mayores dificultades en el frente cambiario en el cuarto trimestre, cabría esperar menores autorizaciones a la importación (y por ende un menor nivel de importaciones) y, por lo tanto, una desaceleración de la economía en el cuarto trimestre, focalizada en sectores tales como la Industria Manufacturera. Bajo este escenario este escenario estimamos un crecimiento en torno al 6,5% para este año.