El titular del Palacio de Hacienda indicó que “hoy la Argentina tiene una brecha cambiaria porque hay controles de capitales que adoptó el gobierno anterior en el contexto de un descalabro macroeconómico”, pero aclaró que en la actualidad se enfrenta “una situación de mayor robustez en el frente externo”.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, consideró hoy que “las condiciones son robustas para mantener la política cambiaria” delineada por el Gobierno nacional, al tiempo que aseguró que “no se está planteando ningún cambio de rumbo, porque el que se tomó está funcionando”.
“Es sorprendente la asimetría en la atención que generan las buenas y las malas noticias; vemos una tendencia sobre todo lo negativo, sin reparar en que la economía argentina ha construido mejores condiciones de estabilidad cambiaria”, señaló Guzmán durante una entrevista en A24.
El titular del Palacio de Hacienda indicó que “hoy la Argentina tiene una brecha cambiaria porque hay controles de capitales que adoptó el gobierno anterior en el contexto de un descalabro macroeconómico”, pero aclaró que en la actualidad se enfrenta “una situación de mayor robustez en el frente externo”.
El año pasado, recordó, “las brechas llegaron a ser 130% y 150%; se redujeron entre 60 y 70 puntos porcentuales; la economía está yendo en la dirección correcta”, aunque admitió que en los días previos a las elecciones pueden registrarse “ciertos ruidos”.
En relación a la cotización del dólar, explicó que “el tipo de cambio oficial se ha planteado con un sendero depreciatorio en el año de alrededor de 24% que se viene cumpliendo” al asegurar que se apunta a “llegar a diciembre con esa pauta”.
Guzmán insistió en que “hay dos visiones en la Argentina: una que propone hacer exactamente lo mismo que se hizo entre 2015 y 2019 que llevó al país al colapso productivo, la destrucción del empleo y el aumento de la pobreza; y la otra, que es la nuestra: resolver los problemas y dar continuidad al sendero de recuperación, generar empleo, reducir la inflación y tranquilizar la economía para que todos podamos vivir mejor”.
El ministro reiteró que este gobierno enfrentó una “doble crisis: Por un lado la del período 2015-2019 y por otro la derivada de la pandemia; en ese contexto fuimos ordenando algunas variables, por ejemplo que se exporte más de lo que se importa”.
En cuanto a la evolución de la emisión monetaria, Guzmán explicó que “es un debate que la Argentina necesita profundizar; el objetivo es converger a una situación que no dependa de la emisión para financiar eventuales déficits”; y negó que la reducción del déficit fiscal que se produjo en la primera mitad de este año se haya producido “ajustando el gasto público”.
“Reducimos el déficit fiscal sin ajustar el gasto público, sino bajando los gastos de la deuda y aumentando la recaudación impositiva”, aclaró Guzmán.
En cuanto al panorama en materia inflacionaria, sostuvo que “la tasa de inflación interanual transita una senda decreciente; esperamos que a partir del mes que viene vaya descendiendo”.
Con relación a la deuda en pesos que se renueva a través de diferentes instrumentos financieros, sostuvo que “reconstruir ese mercado es un gran desafío y viene funcionando muy bien; necesitamos ordenar el mercado de Letras y pases para que el ahorro se canalice en la inversión”.
“No se está planteando ningún cambio de rumbo porque la economía argentina está mejor; si bien atravesamos una situación de mayor robustez está claro que necesitamos exportar más y resolver la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
En ese sentido, se mostró optimista para alcanzar un acuerdo con el FMI que contemple la situación económica del país y elimine el pago de sobrecargos por tasas de interés.
“Estamos negociando (con el FMI) un programa que nos permita tener una posición más robusta el año que viene; en la actualidad, la sobrecarga de interés con el FMI oscila los US$ 1.000 millones y si no hacemos nada seguiría creciendo”, afirmó Guzmán.