La Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central (BCRA) no descansaron el fin de semana. Ante el aumento de las operaciones con dólares financieros y el mayor costo en reservas internacionales para tratar de contenerlos, decidieron apretar las clavijas.
A grandes rasgos, tomaron tres medidas importantes.
La primera es limitar la cantidad de bonos que se pueden operar en una semana. Los bonos Ley Nacional, que tenían un tope de 100.000 nominales semanales, ahora quedan limitados a 50.000. Los bonos Ley extranjera, que no tenían tope, ahora pasan a tener uno de 50.000 nominales por semana.
Esto limita la cantidad de dólares que se pueden comprar por semana a en torno a USD 15.000 con bonos locales, por ejemplo el AL30 muy utilizado para dólar MEP y contado con liquidación, y a otros USD 15.000 más con bonos ley extranjera, por ejemplo el GD30.
En los hechos, no se puede comprar más de USD 30.000 semanales.
Segundo, el canje de dólares MEP a dólares cable -puestos en el exterior- se dificulta. Quienes operen bonos con dólares en el mercado local -por ejemplo, compra de AL30D- tendrán que esperar al menos dos días antes de revenderlos en el mercado externo, AL30C. Este canje de MEP a cable era atractivo por la diferencia en el tipo de cambio implícito de ambos.
La tercera medida, más orientada a empresas, surgió del Banco Central. Consiste en asociar a empresas controlables, controladas y relacionadas a la hora de imponer un límite ya existente: el que impide operar dólares financieros por 90 días a quienes compren en el mercado formal y viceversa.
En resumen, el dólar MEP sigue como una alternativa disponible para inversores minoristas, aunque con un techo semanal de en torno a USD 15.000.