El ejecutivo se volcó tanto en opciones para el manejo de los pesos de corto plazo, como por alternativas en dólares con un horizonte algo más prolongado, siempre dentro del mercado local.
Hay un proverbio danés que dice “cuándo la tormenta sopla algunos buscan refugio y otros construyen molinos de viento”. Sin dudas para los que tienen algunas canas más que yo, esta situación no les parece extraña aunque si puede parecerles agobiante. Una tormenta que comenzó en abril de 2018, cuando nos referimos al precio de los activos locales que sufrieron primero los avatares de una corrida contra mercados emergentes, y luego se agravó con una pandemia que nos encontró con pocas herramientas al alcance de la mano. Desde Bind Inversiones, tuvimos una mirada muy conservadora hasta el 2020 y aun entendiendo los considerables desafíos de la economía por delante, también sabemos que las señales de precios son muy importantes y ese es el principal valor detrás de los activos argentinos.
IAM RENTA CRECIMIENTO: es un fondo cuya propuesta es la de un FCI transaccional en pesos también conocido como “T+1”. La idea es mantener una duración corta que va desde los 30 a 60 días, evitando asumir demasiado riesgo de tasa. A su vez, la propuesta está en tener una cartera con exposición a instrumentos indexados, principalmente bonos soberanos con CER y aprovechar de modo “táctico” inversiones en instrumentos derivados. Actualmente, una de las posiciones actuales es la de short dólar futuro + long T2V1. Es decir, un fondo bajo riesgo de tasa pero agresivo desde el armado de la cartera para dar un mayor rendimiento. Es la propuesta para los pesos de corto plazo.
IAM RENTA DOLARES: fue mutando conforme a los diferentes momentos del panorama local, aunque siempre tuvo un sesgo corporativo considerable. Luego del re-perfilamiento de letes, el fondo pudo vender rápidamente su posición esa misma semana y reconvertirse en un vehículo dedicado 100% al riesgo corporativo. De esta manera, le podemos dar acceso a los inversores minoristas a títulos de deuda de empresas de primera línea argentinas cuyos rendimientos se ubican en torno al 10% anual. Cabe recordar que sin pasar por un fondo, las fichas mínimas de estos títulos oscilan entre los 100.000 y 250.000 dólares, mientras que con el fondo se accede a una cartera diversificada y manejada por profesionales, a partir de los usd1.000.
GLOBALES 2035 o 2041: son los dos títulos soberanos en dólares preferidos y que nos parece que el mejor argumento para comprar es su precio. Si bien el sendero para ir hacia un estadio más normal de la economía parece sinuoso y no está claro, los precios de los bonos globales argentinos tienen comparables cómo Ecuador, Egipto, Pakistán o Ucrania e incluso volver a meterse dentro de ese grupo implicaría retornos superiores al 15% anual. Aquí hay dos opciones: ir al bono de menor paridad que es el GD35, el cual estaría mejor parado ante un eventual incumplimiento o al de mayor cupón corriente el GD41, con el cual se empiezan a ver dólares antes en torno al 7% anual tomando los precios actuales.