El directorio de la autoridad monetaria dictó una norma para que los bancos intengren con bonos del Tesoro de al menos 180 días la porción de sus encajes que mantienen en Leliqs.
El Banco Central aprobó que los bancos integren en bonos del Tesoro Nacional, de al menos 180 días, la porción de sus encajes que actualmente mantienen bajo la forma de Letras de Liquidez (Leliq).
La consecuencia inmediata de esta normativa significará una aceleración en la expansión monetaria.
Las entidades financieras desarmarán Leliq, instrumentos con una liquidez casi inmediata que rinden 38% anual, y comprarán bonos del Tesoro que ajustan por inflación (CER) a un plazo de 180 días.
De acuerdo con el Banco Central, las entidades podrán destinar parte de su stock de Leliq a la suscripción primaria de títulos públicos para destinarlos al cumplimiento de los requisitos de efectivo mínimo.
Las entidades financieras tienen actualmente cerca de $800.000 millones inmovilizados en Leliq como respaldo de los depósitos de sus clientes, que podrían ser destinados a la compra de estos títulos si así lo prefiriesen.
“El Directorio del BCRA dispuso hoy que para el porcentaje de los encajes integrables en Leliq también podrán emplearse bonos del Tesoro en pesos con duración mínima de 180 días”, señaló la autoridad monetaria en un comunicado.
“De tal forma, y por su carácter voluntario, estará en las decisiones de cartera de las entidades financieras hacer o no uso de esta opción que diversifica la composición de sus activos”, agregó.
Para garantizar que los requisitos integrados tengan liquidez en todo momento, el Central estableció además un mecanismo específico por el cual los bancos podrán venderle esos títulos que hayan comprado para integrar los encajes en caso de requerir ese dinero.
En la actualidad, las entidades financieras pueden cumplir con los requisitos mínimos de liquidez que establece el BCRA mediante depósitos en cuenta corriente, Leliq y Bonte 2022, sujeto a diferentes límites de integración.
Las Leliq tienen hoy un rendimiento nominal anual de 38% y su renovación es mensual, y los Bonte uno de 22%, mientras que los depósitos en cuenta corriente no tienen contraprestación de ningún tipo.
De esta forma, los bancos podrán utilizar parte de los fondos inmovilizados en papeles con rendimientos tanto de tasa fija como variable y, a su vez, eludir la alícuota de 7% del impuesto de Ingresos Brutos que pesa sobre las Leliq de los bancos radicados en la Ciudad de Buenos Aires, que representan cerca de un tercio de estos instrumentos.
En su última licitación de títulos, el Ministerio de Economía colocó ayer más de la mitad de los $65.367 millones adjudicados en instrumentos a pagar en 2022 y 2023, indexados por inflación más una tasa real de 1,52% y 3,4%, respectivamente.
Con esta medida, el Central le da más opciones al Ejecutivo para obtener financiamiento a través del sector financiero local y, así, obtener tasas de repago más sostenibles y menor necesidad de emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal.
Este año el Tesoro logró “rollear” 100% de los vencimientos de la deuda en moneda local y obtuvo un financiamiento extra por cerca de $200.000 millones, mientras que el BCRA le giró $190.000 millones en concepto de Adelantos Transitorios y Transferencia de Utilidades, menos de 20% de los $1,05 billones girados para esta misma época del año en 2020.
Según el Presupuesto 2021, el Tesoro busca financiar 40% del déficit fiscal con nuevas colocaciones de deuda en el mercado local y el resto con emisión monetaria, meta que, de momento, ha logrado sobrecumplir gracias a un fuerte aumento de la recaudación y menor déficit del proyectado.