Un nuevo edificio corporativo del Banco Galicia podría darle nuevos aires a un barrio porteño que aún no está entre los favoritos en el mapa del real estate: Chacarita. El edificio con un frente vidriado de ocho pisos bien podría estar en Puerto Madero o en el corredor de oficinas de avenida Libertador en Nuñez. Por eso, se trata de una construcción emblemática en uno de los distritos más tradicionales de la ciudad de Buenos Aires.
Con 34.000 metros cuadrados y 1.500 puestos de trabajo, se trata de una obra que va a sorprender a quienes transitan diariamente por el barrio. Y se espera que a partir de ahora empiece a crecer el negocio inmobiliario, por lo menos alrededor de este novedoso edificio construido con los estándares ambientales más altos.
La vicepresidenta, Gabriela Michetti, estuvo en la inauguración aunque reconoció no mantener mucha relación con los bancos: “Mi familia es cliente, pero yo no uso muchos servicios bancarios. Sólo la cuenta sueldo”, explicó.
Estuvo la cúpula del Galicia a pleno en la inauguración, realizada en un modernísimo auditorio, que deja entrar la luz del día y dotado de una pantalla de LED de alta definición y sonido de primera clase.
Entre los principales ejecutivos estaba los principales accionistas del banco como Eduardo Escasany, que aparece poco en este tipo de eventos, y Federico Braun (también presidente de La Anónima). También ejecutivos de primera línea como su presidente, Sergio Grinenco, Pablo Gutiérrez, Pablo Firvida y Daniel Llambías, que en breve dejará la presidencia de ADEBA para reincorporarse al directorio de la institución.
El Galicia suma así nuevos edificios corporativos, luego de la gran torre que construyó en pleno Microcentro, frente a la casa central. Este terreno alargado en la calle Leiva al 4000, a metros de la avenida Corrientes, era hace seis años un galpón abandonado de una metalúrgica.
El banco aprovechó la posibilidad de aplicar pesos para proteger los pesos en medio del cepo cambiario, tal como hicieron otras entidades. Ése fue el origen del emprendimiento, que albergará al data center del banco y otros puestos que hoy están dispersos en distintos inmuebles.
Algo parecido sucedió con otros bancos en los últimos años. El Francés le compró a Consultatio cerca de dos tercios de la torre en Catalinas (en la esquina de Córdoba y Alem), mientras que el Macro tendrá allí su nuevo edificio corporativo. El Santander Río, por su parte, había adquirido un terreno frente al Malba en Barrio Parque, pero se lo vendió a Marcelo Mindlin, el número uno de Pampa Energía. Y en breve inaugurará su flamante edificio en Paseo Colón, en San Telmo.
